GOIKOETXEA 30

EGIGUREN II 19

Como si de un bólido de Fórmula Uno se tratase, Iñaki Goikoetxea se alzó con su octava txapela del Mundial Individual gracias a una segunda parte de partido en la que puso la directa para doblegar a un Mikel Egiguren peleón y con casta hasta el 12-15 en el marcador.

Y eso que la sede era diferente a la habitual, ya que en lugar de disputarse la txapela en Markina, se jugó por primera vez en el Olabe. Eso sí, el calor sofocante del recinto alavés influyó en el material, aunque poco se le puede achacar a este factor por el buen juego desplegado por ambos puntistas.

Como suele ser habitual en este tipo de finales, los nervios y la tensión acumulada por los dos puntistas se vieron reflejados en la cancha. Pero el zumaiarra por algo es considerado por muchos como el mejor puntista del planeta, y logró un parcial inicial de 3-0, mostrando su interés por querer llevar la manija del encuentro.

En esos tres primeros tantos Goikoetxea demostró de todo: se subió por la pared con un salto espectacular -en la primera ocasión no logró coger la pelota, pero en el segundo intento lo bordó-, mandó varios pelotazos al rebote con «mala intención» e incluso ejecutó una dejada a la perfección al llegar a otra jugada calcada e impecable de su contrincante desde cuadros muy lejanos.

Pero llegar al cartón 30 no iba ser un coser y cantar. El donostiarra llegó al Olabe de Gasteiz con los papeles bien aprendidos en la víspera del encuentro. Sacó del partido al campeón alternando golpes secos y peligrosos con las hermosas y bellas dejadas que nos muestra en ocasiones este deporte.

Los empates se sucedían mientras los espectadores disfrutaban de un bonito partido. Tras el nueve iguales, Egiguren se marchó en el luminoso hasta alcanzar una buena ventaja de cuatro y tres tantos (10-14 y 12-15). La clave para ello, fácil de explicar: un dos paredes largo, una impresionante dejada desde el cuadro nueve y otro dos paredes después de recibir la pelota desde el rebote.

Goikoetxea, más acostumbrado que su rival a disputar finales -era la primera para Egiguren II- reaccionó a tiempo y, a pesar de jugar con la pelota del donostiarra, el colorado se puso serio para comenzar a arrollar a su contrincante.

Tacada definitiva

Con este panorama, Mikel poco más podía hacer y después del 22-19 llegó la definitiva tacada de ocho tantos que volvía a llevar a Goiko hasta la gloria. El zumaiarra deberá hacer un hueco más en su vitrina de casa.

Por otro lado, en el primer partido del festival, Imanol López se alzó con el bronce del Campeonato Individual al derrotar a Lander por 30-25 en la final de consolación. El duelo estuvo muy igualado durante el transcurso del mismo.

El de Zumaia se distanció en el luminoso hasta el 22-16 y el 23-17, ante el que el vizcaino no se vino abajo, y logró empatar a 25. No obstante, en este punto se produjo el arreón final de López, quien dejó para el recuerdo un espectacular salto por la pared y un posterior envío al agujero de atrás que supuso el 20-16 a su favor. Así, el ganador hizo valer una última tacada de cinco tantos que le llevó desde el 25 iguales hasta el definitivo 30-25.

En el tercer y último duelo de la tarde, Erik y Enbil doblegaron por un cómodo 14-25 a la combinación integrada por Foronda-Hernández, aunque el choque estuvo muy igualado hasta el tanto diez. De esta manera, Erik rompió con la mala racha que le estaba persiguiendo en los encuentros por parejas.