Hay resacas y resacas. Algunas son amargas, duras de sobrellevar, mientras que en otras la memoria se hace eco del placer de lo vivido con relamido entusiasmo. La manifestación del sábado ha traído para ESAIT, y también para buena parte de la sociedad vasca, una muy agradable resaca, fruto de un éxito a todos los niveles por encima de lo esperado.

Por otro lado, contrasta el mutismo de ciertos nombres prpios de la clase política y de buena parte de la prensa madrileña, después de no cesar de «piar» durante una semana realmente larga y fatigosa. En su afán aleccionador de «no mezclar política y deporte» y de mostrar la tan cacareada «normalidad» en las calles de Euskal Herria, sus previsiones volaron inopinadamente por los aires y, prisioneros de sus propias contradicciones, no tuvieron otro remedio que asumir -ojalá algún día llegaran a aceptar- lo sucedido en Gasteiz y plegar velas en un más que significativo mutis.

«Hemos superado todas nuestras expectativas», confirmaba Martxel Toledo a este periódico desde Trebinu, celebrando la dulce resaca de la manifestación gasteiztarra con el final de su marcha montañera. «La valoración no puede ser más positiva, porque fue una manifestación reivindicativa y festiva al mismo tiempo. Por el gentío reunido, por cómo mostramos nuestra coherencia ante las especulaciones de otros sobre nuestras intenciones o el cariz de la marcha... Algunos medios se dieron de frente con la realidad; `pues no son tan malos', tuvieron que pensar sobre ESAIT, porque nosotros, reitero, no vamos contra nadie, sino a la favor de las selecciones vascas y de su derecho a participar en competiciones oficiales. Transmitir ese mensaje era nuestro objetivo, que cumplimos con creces, y es lo que quedó reflejado. Para nosotros fue un momento de inmensa felicidad, y ya al final del ajetreo de toda la jornada, también de liberación después de estos días».

Una liberación que tiene su clave en que ESAIT consiguió hacer llegar de forma clara y diáfana su mensaje a todo el mundo. «Queríamos aprovechar las fiestas de Gasteiz para hacer llegar nuestra voz, y a juzgar por la reacción del publico que vio pasar la manifestación, y según los representantes políticos y sindicales que acudieron, dimos en el clavo», añadió Martxel Toledo.

Torneo de Gasteiz

Mientras, en Zurbano, el torneo internacional Ciudad de Vitoria vivía su jornada final con el encuentro entre las selecciones de Eslovenia y España. Ante un pabellón de Zurbano con una entrada peor que la víspera, el conjunto dirigido por Sergio Scariolo cumplió los pronósticos al imponerse 88-68.

No faltaron acciones espectaculares, claro está, pero tampoco fue el mejor encuentro de ninguno de los dos combinados. De la mano del ex baskonista Dragic y Primoz Brezec, Eslovenia se adelantaría 3-9, pero pronto se vio la inferioridad de una selección que termnó por notar en exceso la ausencia de uno de sus mejores elementos, el alero Bostjan Nachbar. Por parte hispana, destacaron las ganas de San Emeterio -con diferencia, el más aclamado por la grada- y unas acciones llenas de calidad de Marc Gasol y Claver.

El duelo ya estaba roto para el descanso, 46-30, y la segunda mitad sólo serviría para que Goran Dragic mostrase el porqué de su enorme progresión este año en Phoenix y que Carlos Suárez será, casi con toda seguridad, el último descartado hispano. En los últimos minutos, el espectáculo quedaría levemente empañado por el absurdo pique que enfrentó a José Manuel Calderón y Jaka Lakovic.