Olaso
Silencio
El entusiasmo de Rodolfo Ares al dar cuenta de una brillante operación de la Ertzaintza redimida contrasta con el discreto silencio que guarda en las últimas horas. La «célula durmiente» estaba desarmada; el juez pone en libertad a una de los dos detenidos; las denuncias por torturas se acumulan. Y, a buen seguro, tampoco aparecerán los vídeos de los interrogatorios. Ares, otro más. Hemos conocido a tantos...