Amateur
Merino lleva «toda la vida encima de las dos ruedas»
El ciclista del Naturgas progresa en su segundo año y ofrece detalles de calidad.
Unai IRARAGORRI
En su segundo año, Igor Merino (Naturgas) crece en el pelotón amateur vasco. Lleva toda la vida encima de una bicicleta, espera seguir paso a paso y cumplir un día el sueño de ser profesional algún día.
La bicicleta y el ciclismo son su pasión. No se obsesiona y tiene los pies en el suelo. Cuenta con sólo 20 años y ya ha dejado apuntes de la calidad que atesora. «Llevo toda la vida andando en bici, encima de las dos ruedas. Desde principiantes en la S.C. Balmasedana, he pasado por todas las categorías y en cadetes y juveniles corrí en el Fonara de las Encartaciones», resume.
Fue uno de los juveniles más destacados, campeón de Euskadi contrarreloj y subcampeón de España, pero lo más importante es que sigue con su progresión en la categoría amateur.
En su casa prima el ciclismo, ya que su hermana Eider es una de las sensaciones del pelotón femenino. «Pisa bastante fuerte, es cadete de segundo año y va muy bien, ha ganado muchos títulos. Aunque tenemos diferencia de edad, sí que entrenamos juntos alguna vez», explica.
Segundo en Zornotza, tercero en Altzo y Villasana de Mena, cuarto en Urraki y Turtzios, quinto en Lizarra... Merino persigue este año una victoria que se la ha escapado por ahora. «Me encuentro bastante bien, aunque no acabo de rematar nada. Ahora voy a más en el verano», asegura. Sigue motivado y está «concentrado en la bicicleta por completo»
Este año dio un salto importante y pasó del Koplad-Uni2 de Sopela al Naturgas Energía. «Es un paso hacia delante, esperamos que sirva de algo», señala. «En el Koplad conseguí bastante más de lo que esperaba, incluso una victoria. Este año es diferente al cambiar de equipo, pero no me quejo», aclara.
El Naturgas es un vivero de corredores del Orbea continental y después del Euskaltel-Euskadi. Una ilusión todavía. «El sueño de todo corredor aficionado es subir. Yo prefiero ir paso a paso y si tiene que llegar llegará. Sería algo bonito».
Sabe que le queda lo más difícil y que el camino se estrecha. Por ello, no pierde el tiempo y estudia un grado superior de Gestión y Organización de Recursos Naturales y Paisajísticos en Derio. «Los estudios no se pueden dejar de momento. Ya sabemos cómo está el ciclismo, no dura siempre y hay que labrarse el futuro de otras maneras», explica.