El lanzamiento del cohete vino precedido por una fuerte polémica, ya que la alcaldesa, Cristina Sota (UPN), se lo adjudicó a sí misma pese a que su grupo ya lo había lanzado el primer año de legislatura. El segundo año le correspondió al PSN y el pasado fue cedido al grupo Iniciativa por Tafalla (IT), que, pese a no ser la tercera fuerza con más votos, suele apoyar al grupo que ostenta la alcaldía. Este año le correspondía el turno al grupo independentista, pero la alcaldesa, al igual que ha ocurrido en Lizarra y otros ayuntamientos controlados por UPN, decidió no respetar el acuerdo tácito para que cada año lance un grupo el cohete, y acaparó el protagonismo.

Como es tradición, el chupinazo es preparado por el ex conserje Ramón Eskiroz, que continúa la tradición de decorar el cohete que él mismo inició en 1974. En esta ocasión lo ha dedicado a seis tafalleses populares: al padre escolapio José Beltrán, la escritora y bailarina María del Villar Berruezo, la periodista y poetisa Mariana Aoiz, el auroro César Flamarique, el ciclista Txente García y Gloria Escudero, más conocida como Gloria la gitana.

En la fachada principal del ayuntamiento ondearon las banderas de Tafalla, Nafarroa, España y Europa. Por su parte, los concejales independentistas y los de NaBai colocaron de forma conjunta la ikurriña en una ventana, y en otra contigua fue expuesta una pancarta a favor de la repatriación de los presos y refugiados políticos vascos.

La Plaza de Nafarroa estaba abarrotada, con muchos vecinos portando la enseña vasca. Tras el disparo del cohete la fiesta se expandió por las calles de Tafalla. Las peñas salieron juntas y después cada una hizo su propio recorrido, al igual que la Banda de Música, los txistularis y los gaiteros.

En esta ocasión el centro de la localidad no fue tomado por la Guardia Civil, tal como sucedió el pasado año, pero miembros de este cuerpo instalaron controles a la entrada de la ciudad en las horas previas al cohete. Por su parte, agentes de la Policía Foral realizaron identificaciones de personas por colocar carteles reivindicativos en diversos puntos de la localidad.

La principal novedad del chupinazo de este año fue que, desde una hora antes del lanzamiento del mismo, se difundió música en la Plaza de Nafarroa por medio de megafonía. Esta novedad fue mal acogida por gran número de vecinos, que la calificaron de «horterada», además de que el volumen era tan fuerte que impedía escuchar los cánticos de los asistentes.

Durante los momentos previos al lanzamiento del cohete también fue muy comentada la anécdota de los siete mansos que se escaparon del camión que los transportaba a Tafalla el día anterior. Poco después de las 12.00, cuando el vehículo estaba a unos cinco kilómetros del casco urbano, un fallo eléctrico provocó un incendio en el camión y el chófer decidió sacar a los animales. Los cabestros se escaparon por el campo y, al llegar la noche, todavía no habían sido capturados tres de ellos.

Globos con fotos de presos

Al igual que en años anteriores, a las 13.00 tuvo lugar el brindis con familiares de los presos políticos. Con presencia de numerosos vecinos, un dantzari bailó un aurresku de honor y a continuación se entregaron ramos de flores a los familiares y se les puso el pañuelo rojo, entre cánticos y gritos a favor de los derechos de los presos.

También fueron soltados unos globos de gas con las fotografías de varios presos y las siluetas de los refugiados, entre los aplausos de los asistentes.

En lo que se refiere al programa oficial, hoy, a las 8.00, se correrá el primer encierro de novillos-toros, que serán lidiados a las 18.00, y a la 1.30 de la madrugada se realizará el encierrillo de reses que correrán el encierro de mañana.