El Departamento de Interior de Lakua salió ayer al paso de las opiniones que desde distintos ámbitos se han vertido en los últimos días sobre los hechos que tuvieron lugar la madrugada del pasado miércoles en Zarautz, para pedir a los agentes políticos, sociales y medios de comunicación que sus valoraciones al respecto respondan a una información «contrastada y veraz».

En un comunicado difundido ayer, el departamento que dirige Rodolfo Ares explicó que los informes de la Ertzaintza «confirman que estos graves sucesos fueron una mezcla de gamberrismo y consumo desmedido de alcohol y que contaron, además, con la participación de personas vinculadas a grupos radicales». Y añadió que, a tenor de esos informes, se puede afirmar que «no fue una acción planificada, sino fruto de circunstancias encadenadas a las que ya se ha hecho referencia». Esta versión ya fue filtrada, de manera oficiosa, a varias agencias de noticias el jueves.

Entrando en la réplica a las críticas recibidas desde el PP y desde algunos sindicatos policiales, Interior subraya que «nunca ha minusvalorado los hechos, pese a no tratarse de actos planificados de antemano».

Lo más destacable del comunicado llega cuando el Departamento de Interior señala que es necesario que, tanto los portavoces de los partidos políticos como de otros agentes sociales o los medios de comunicación, «se ajusten a una información veraz, para evitar la tergiversación o instrumentalización de lo sucedido».

Asegura que, por su parte, no tiene voluntad de ocultar ninguna información ni de restar importancia a unos hechos «tan graves», en los que sufrieron quemaduras dos ertzainas que trataron de evitar que el fuego se propagara, «pero -insiste- tampoco puede trasladar información que no responda a la verdad de los hechos».

Además, recuerda que el mismo día 11 informó de la identificación de dos personas por parte de la Ertzaintza y anunció las investigaciones pertinentes para esclarecer la autoría de la quema de los contenedores y las circunstancias en las que se produjeron los hechos. Concretamente, hace referencia a la coincidencia con distintas actividades que tuvieron lugar en el marco de las fiestas del barrio de Azken Portu, entre otras, la celebración de eventos musicales y festivos, que reunieron a un número indeterminado de personas foráneas.

El Departamento de Interior insiste en que cualquier crítica, «provenga del ámbito político o de cualquier otro», debe estar «fundamentada en la información veraz y no en opiniones o valoraciones interesadas», por lo que «insta a los agentes políticos y sociales a basar sus valoraciones en la verdad y los hechos objetivos».

El PP observa tibieza

Esas indicaciones parecen haber caído en saco roto teniendo en cuenta que el portavoz del PP en la CAV, Leopoldo Barreda, manifestó ayer mismo que «la reacción tan tibia» que, a su juicio, ha protagonizado el Departamento de Interior «obedece más a una voluntad de reducir responsabilidades» por la presencia «testimonial», pero no suficiente, de agentes de la Ertzaintza que «a un diagnóstico claro de los hechos».

«Si por parte del alcalde y de la mayoría de las fuerzas políticas se ha valorado el hecho como grave y se ha considerado que es un hecho de terrorismo callejero, no tiene ningún sentido que sea el Departamento el que venga a hablar de espontaneidad, cuando ha habido acciones en más de una docena de puntos de municipio en pocos minutos», añadió. Así, Barreda recordaba, e interpretaba a su manera, las valoraciones realizadas por los representantes municipales y de la Mancomunidad de Urola Kosta en la rueda de prensa que se llevó a cabo el jueves para hacer balance de los daños registrados.

«Menos echar balones fuera por parte del Departamento. Hace falta prevención y reconocer que ha habido falta de previsión, pero no negar los hechos», espetó.