El debut en la dirección de John Requa y Glenn Ficarra, los provocadores guionistas de «Bad Santa», no puede ser más inspirado y valiente. Sorprenden con una verdadera historia de amor, grandiosa en cuanto que presenta a dos hombres cuyos sentimientos están por encima del castrante ambiente de privación de libertad en el que les ha tocado conocerse. La pareja de cineastas describe el mundo carcelario con cruda ironía, sin que la pureza del romance que une a los dos protagonistas se resienta por ello. Es un romance «fou» narrado con el ritmo y el estilo tragicómico del mejor cine de los años 70, con las canciones de la época editadas con un gusto que ya no abunda. Pero «Phillip Morris ¡te quiero!» es una comedia romántica única en su género gracias a las sensibles interpretaciones de Jim Carrey y Ewan Mcgregor, que lo dan todo, tanto en los momentos humorísticos como en los dramáticos. Los constantes cambios de registro del canadiense no conceden ninguna tregua al espectador.