Recientemente, el Tribunal Superior de la CAV ha ordenado paralizar el proyecto de las 480 casa de la marisma de Alleri hasta que acabe todo el proceso judicial.

Años llevamos luchando en Ondarroa contra el proyecto de construcción de 480 viviendas en la zona de Alleri. En esta larga pelea hemos sido capaces de atraer a amplios sectores que se han dado cuenta de todos los valores ecológicos y sociales que estaban en juego. Porque argumentos medioambientales para oponerse a la cementación de la zona hay muchos: es una zona declarada por la UE como Lugar de Interés Comunitario; es destacable la presencia de fauna y flora característica de los humedales costeros, y destaca la existencia de una colonia de visón europeo; las marismas pueden hacer frente al cambio climático y a las inundaciones; los humedales hacen de depuradora natural filtrando el agua contaminada...

Pero también son numerosos los argumentos sociales en contra de este proyecto, como la existencia en Ondarroa de casi 500 viviendas vacías, o de viviendas tasadas municipales que se han sorteado varias veces y no hay quien las compre por costar más de cuarenta millones de las antiguas pesetas, teniendo en cuenta que un buen porcentaje de las que se quieren edificar en Alleri son también de esta categoría; la emigración en estos años de una gran cantidad de jóvenes a localidades limítrofes; los grandes desmontes realizados en otras zonas del pueblo para construir viviendas y ahora paralizadas por la falta de demanda, etc.

En todos estos años de oposición al proyecto, a los defensores de la marisma se nos ha ninguneado desde el Ayuntamiento, ocultado y negado información... mientras por otro lado la gestora municipal ha ido despilfarrando mucho dinero público para intentar vender su moto. Como dijo Felix Aranbarri, presidente de la gestora, a los pocos días de usurpar la alcaldía, la edificación de 480 viviendas en Alleri iba a ser su buque insignia en esta legislatura. De ahí que sean tan prepotentes, olvidándose incluso de respetar las mismas leyes que dicen venerar.

Pues bien, la semana pasada recibieron un gran varapalo por parte del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que ha decretado la paralización cautelar del proyecto. Para ello se ha basado en las denuncias que hemos presentado una y otra vez ante el Ayuntamiento mediante alegaciones que denunciaban las irregularidades que se estaban llevando a cabo. Pero el consistorio ha obviado nuestras advertencias. El que este Tribunal haya visto contradicciones y posibles irregularidades lo podemos valorar de entrada como una victoria en un partido jugado en campo contrario, con un reglamento impuesto, que normalmente ni se aplica contra el urbanismo salvaje que amenaza nuestra costa. Está claro que han incumplido sus propias normas intencionadamente. El otro partido, el de la argumentación social y ecológica, lo ganamos hace tiempo, si bien han intentado ocultarlo mediante mentiras.

Esta pequeña gran victoria se ha logrado gracias a una combinación de largas labores de concienciación y movilizaciones de todo tipo, denunciando las mentiras y planteando alternativas como la recuperación completa del humedal, una política para el uso de las viviendas vacías, un uso más racionalizado del suelo urbano y la edificación dentro de los límites del pueblo, utilizando para ello los solares vacíos...

Nosotros también queremos construir. Es hora de empezar a construir Ondarroa, como el resto de Euskal Herria, desde la ecología, olvidándonos de tanto cementazo y respetando nuestra ya maltrecha tierra.