Plantilla
Una manita de delanteros
La llegada de Diego Ifrán eleva a cinco el número de delanteros a disposición de Martín Lasarte.
Amaia U. LASAGABASTER I
«El que la sigue la consigue. Borja está aplicando muy bien el dicho y eso hace que la decisión sea muy difícil de tomar». Lo decía Martín Lasarte el pasado miércoles, nada más concluir el amistoso que enfrentó a Eibar y Real en Ipurua. Cuatro días después, otra buena actuación del riojano en Zarautz y la llegada, ya confirmada, de Diego Ifrán a Donostia, elevan a la enésima potencia los quebraderos de cabeza del técnico txuri urdin.
Relativos porque, como subrayan a menudo los entrenadores, la competencia por los puestos nunca es excesiva. La opinión de los descartados suele diferir. El bendito problema de Lasarte es que, a quince días de que arranque la temporada, cuenta con cinco delanteros. Cada uno con sus argumentos, no ya para quedarse en Donostia, sino para pelear por la titularidad. Incluyendo a Borja Viguera, que hace algo más de un mes parecía condenado a hacer las maletas.
Joseba Llorente (Hondarribia, 24/11/79), fichaje estrella del verano, parte en la pole para empezar en la titularidad y acabar como pitxitxi del equipo. Sus treinta años hacen que la edad no le pase factura aún y que, sin embargo, haya acumulado una experiencia considerable. Con los colores de Real, Eibar, Valladolid y Villarreal ha disputado casi 300 partidos repartidos en Primera, Segunda y competiciones europeas, en los que ha anotado más de cien goles. Su implicación con el equipo y con el trabajo -en este caso sin distinción de colores- parecen convertirle en el ariete idóneo.
Raúl Tamudo (Santa Coloma de Gramanet, 19/10/1977), fichaje sorpresa del verano, ofrece más incógnitas. Igualmente sobrado de experiencia -es el máximo goleador en activo de la Liga, tras la marcha de Raúl a Alemania-, ha disputado más de 400 partidos en Primera, Segunda y competiciones europeas, en los que ha anotado 143 goles. Cifras de killer para un jugador que debe, sin embargo, acelerar para ponerse a la altura de sus compañeros. Su complicada última temporada en el Espanyol se saldó con cinco meses sin jugar.
Imanol Agirretxe (Usurbil, 24/2/1987), el hombre de la casa, sigue a la espera de poder despuntar a la sombra de un ariete con más nombre. Lo consiguió, por momentos, la temporada pasada, aunque Carlos Bueno acabó comiéndole la tostada. Guipuzcoano, joven y madurado en Zubieta, un futuro ideal para la Real pasaría por las botas del usurbildarra.
Borja Viguera (Logroño, 26/3/1987), la revelación del verano, también ha sabido abrirse paso a través de las categorías inferiores de la Real. Un escalón por detrás de Agirretxe, apenas ha disputado una decena de partidos con el primer equipo, lo que le convertía en el candidato idóneo para foguearse en la lejanía. Las actuaciones que está cuajando esta temporada neutralizan su falta de experiencia. Su salida no se ve ya tan clara.
Diego Ifrán (Carro Largo, 8/6/1987), el último en incorporarse a la disciplina txuri urdin, parte como el gran desconocido de la afición. Sus números -sin olvidar que llega de la Liga paraguaya- invitan al optimismo, 37 goles en 74 partidos. Su estado físico no tanto. Operado de una rotura de ligamento cruzado el pasado mes de abril, dará sus primeros pasos en Donostia bajo supervisión médica y con algunos meses por delante antes de que pueda refrendar o cuestionar la confianza de los técnicos blanquiazules.
Teniendo en cuenta que tres de los cinco arietes acaban de llegar a la Real, la duda sólo se cierne sobre el futuro de los dos hombres de la casa. O sobre las cuentas de Lasarte, al que cinco podría no acabar pareciéndole un número tan excesivo.