CRíTICA cine
«Killers» El malo es el suegro
Mikel INSAUSTI I
Por alguna razón que nunca he llegado a comprender se supone que en las críticas de cine no se debe rebelar ni el desenlace de la película ni las claves del guión, cosas como la identidad del asesino en las historias de suspense criminal. Por eso en la red se utiliza el termino “spoiler” para advertir sobre ese tipo de información reservada, a la que el usuario puede acceder bajo su responsabilidad. Pues bien, quien lea este comentario sabrá sin tapujos que el malo de “Killers” es el suegro del protagonista, papel interpretado por el veterano actor televisivo Tom Selleck. No me salto los códigos deontológicos por capricho, sino para hacerle un favor al lector, que así se ahorrará los siete euros que hay que pagar por ver esta porquería de película, y no están los tiempos para andarse con tonterías. Tampoco hay que ser muy listo para darse cuenta desde el primer minuto que tras la figura del padre sobreprotector de la chica se oculta quien quiere dar caza a su futuro yerno, porque aquí todos son asesinos profesionales o agentes secretos. En fin, que en realidad no hay mucho que descubrir, dado que el previsible guión copia a diestro y siniestro.
Me hace mucha gracia cuando dicen que “Killers” es la hermana pobre de “Noche y día”, olvidándose de que se trata de la película más cara producida por la compañía independiente Lionsgate, con un coste de 75 millones dólares. Otra cuestión es que las escenas de acción resulten tan rutinarias y aburridas que el dinero invertido no le cunda nada, pero vista una comedia de acción actual de Hollywood vistas todas. “Killers” es tan soporífera como sus hermanas ricas, pero con el agravante de que su pareja estelar tiene menos carisma que Tom Cruise y Cameron Díaz, que ya es decir. Ashton Kutcher es un actor nulo, algo así como la sosez personificada. Un completo inútil que sólo lleva al cine a adolescentes deseosas de adivinar sus pectorales bajo camisetas ajustadas, a la vez que Katherine Heigl abre la boca en señal de admiración.