«Apraiz tiene una derecha terrible, pero al final se aburre un poco», decía Patxi Ruiz con el pase a la final en el bolsillo. Aguantar y no fallar, esa fue la estrategia que el zaguero de Lizarra y su compañero Oinatz Bengoetxea emplearon con buenos resultados en el duelo que ayer les enfrentaba en el Aritzbatalde al dúo vizcaino formado por Berasaluze y Apraiz.

Aguantar y no fallar, a la espera de que el rival pierda fuelle. «Este es el frontón más duro», explicaba Bengoetxea. La jugada les salió redonda, ya que tras una primera mitad a remolque, remontaron en la segunda para asegurarse su presencia en el choque decisivo de mañana. Allí esperan Xala y Beroiz.

No fue un partido brillante, aunque con dos delanteros de este calibre nunca faltan algunos suculentos bocados en forma de remates. Los colorados arrancaron marcando el ritmo, con Apraiz dominador y Berasaluze decisivo, bien a favor bien en contra. Los azules no regalaban y tampoco dejaban que se les fuesen demasiado lejos.

Con esa dinámica se llegó hasta el 12-10, momento en el cual la dupla navarra pegó su primer hachazo (12-16). Pero la fruta no estaba aún madura. Berasaluze y Apraiz tenían aún gasolina en el depósito y consiguieron equilibrar la contienda a 18. Ya no sumaron más. Bengoetxea y Ruiz hicieron de la efectividad bandera y se marcharon directos hasta el 22. Los ganadores del Torneo de San Fermín buscan su segunda txapela estival.

Cayó Merino II

Merino II sufrió la primera derrota desde su debut -llevaba nueve victorias- al caer en Azkoitia. Vista su racha, la intendencia le puso en un estelar de pedigrí, formando pareja con Xala y con Titín-Barriola como dupla rival.

El zaguero riojano estuvo a la altura, mandón atrás y con un Xala rematador, poniéndose 5-12 en el marcador. Sin embargo, perdieron fuelle de ahí en adelante y los colorados no perdonaron la remontada (22-17).