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Gates confirma la fecha de retirada de Afganistán tras las dudas de Petraeus

Documentos secretos filtrados por millares, anuncios y desmentidos. La campaña afgana va a la deriva. Altos cargos de la Administración Obama disienten en público sobre la fecha de inicio de la retirada. Y el Gobierno de Kabul dice que quiere lejos a los mercenarios.

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El secretario de Estado de Defensa de EEUU, Robert Gates, tuvo que salir al paso de las declaraciones realizadas la víspera por el máximo responsable militar en Afganistán, David Petraeus, para asegurar que se mantiene la fecha de julio de 2011 para el inicio de la retirada de las tropas del país asiático.

«Nadie debe albergar duda alguna de que la retirada de tropas comenzará en julio de 2011», aseguró en una entrevista publicada ayer por el diario «Los Angeles Times».

La víspera, Petraeus insistía en que no se veía obligado a respetar la ciada fecha y se reservó el derecho a decir, en su caso, al presidente, Barack Obama, que una retirada a partir de esa fecha podría ser prematura.

En este contexto de desencuentros, el propio Gates anunció su intención de dejar la jefatura del Pentágono a lo largo del próximo año, una vez que esté seguro de que la situación para una retirada «honrosa» de Afganistán esté encaminada.

«Yo creo que a lo largo del próximo año, estaré en condiciones de saber si nuestra estrategia funciona en Afganistán». señaló en una entrevista publicada ayer por la revista «Foreign Policy». En esta línea, anunció que el Pentágono hará una evaluación en diciembre.

Gates fue nombrado jefe del Pentágono en 2006 por el ex presidente George W. Bush, en sustitución del polémico Donald Rumsfeld. Obama lo mantuvo en su puesto. Ya entonces, sectores cercanos a Gates anunciaron que se mantendría al frente del Departamento de Defensa durante un corto período de tiempo, a fin de «favorecer una transición armoniosa en tiempos de guerra».

En la entrevista, Gates justifica su anuncio asegurando que no conviene esperar hasta 2012, en pleno año electoral estadounidense, «para buscar un sustituto para mi puesto».

Su salida no sólo coincide con la polémica con Petraeus. Y es que el apoyo de los estadounidenses a la guerra afgana está en su nivel más bajo tras un mes, julio, que ha batido todas las marcas en lo que respecta a bajas militares propias.

Gates anunció también ayer que el Pentágono podría ser flexible a la hora de analizar posibles traspasos de competencias a las fuerzas militares nativas, que podrían comenzar el próximo año, con el objetivo de liberar fuerzas internacionales en las zonas de mayor control talibán.

Cuatro meses

El presidente del Gobierno títere afgano, Hamid Karzai, entró de lleno en el debate al anunciar ayer mismo la disolución, para el 1 de enero de 2011, de las «sociedades privadas de seguridad», eufemismo para designar a los ejércitos de mercenarios.

40.000 mercenarios de compañías extranjeras y filiales nativas imponen a día de hoy su ley en suelo afgano.

Karzai, cada vez más presionado en el interior del país y consciente de que llegará el día en que se quede sólo, evocó los problemas que generan estos ejércitos privados, que actúan con total impunidad.

Analistas militares estadounidenses se han apresurado a advertir de que una retirada de estos ejércitos de mercenarios sería «prematura».

Lo que sí está claro es que el cenagal afgano está provocando grietas dentro del poder de la Administración Obama y está generando movimientos en el interior de Afganistán.

El tiempo lo dirá, pero todo apunta a que estamos en el principio del fin.

Guiño talibán a la OTAN sobre la muerte de civiles

La comandancia de la guerrilla talibán ha propuesto a la OTAN un trabajo conjunto para investigar sobre la creciente muerte de civiles en Afganistán.

El anuncio es una respuesta a un informe de la ONU que asegura que la guerrilla sería responsable de la gran mayoría de víctimas civiles. Los talibán exigen que formen parte de la comisión conjunta tanto agencias de la ONU como de la Conferencia Islámica.

El anuncio ha sido acogido con satisfacción por ONG afganas como la asociación de defensa de los derechos humanos ARM. Ha sido rechazada por la OTAN, que ha asumido haber matado a cinco civiles «por error» en un bombardeo el domingo. GARA

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