Maite SOROA | msoroa@gara .net
Hablan de focos de lucidez democrática
El intento, casi desesperado de presentar la realidad no como es sino como quisiera una que fuera lleva a alguna «analista» a hacer el ridículo más espantoso. Ayer en «El Correo Español» Tonia Etxarri insistía en que «Entre contenedores quemados por quienes quieren resucitar el terrorismo callejero y la manifestación realizada en San Sebastián para mantener la llama identitaria, los focos de lucidez democrática se van distinguiendo con progresiva claridad». ¿Por qué insisten en llevar la contraria al mismísimo Ares?
La alegría de Etxarri -o sea, esa «lucidez democrática»- se basa en que «ni la fiesta de los toros podrá recibir las banderillas negras de la prohibición en Euskadi con la ligereza y facilidad de Cataluña, por mucho que se empeñe a última hora del curso los grupos minoritarios en el Parlamento vasco, ni las comparsas de Bilbao son ya las que eran cuando hacían de su actitud victimista una manera de torpedear el ánimo de la fiesta». Se refiere a una carta escrita por tres comparseros bien alejados de la dinámica de Bilboko Konpartsak desde hace tiempo.
También Brian Currin ocupaba espacio en las reflexiones de Etxarri: «Ha bastado una declaración del abogado sudafricano sobre la necesidad de que los terroristas aceleren la comunicación sobre su alto el fuego permanente para que hayan vuelto a saltar las alarmas sobre una posible negociación encubierta entre el Gobierno y los interlocutores de ETA». Ya empezamos.
Pero Tonia intenta darle un poco de color festivo a tan inquietante análisis y sentencia que «en este rincón del mapa la fiesta del toro sigue gozando de buena salud». Y también ahí busca la polémica: «Dado que el planteamiento `animalista' ha conducido a debates con matices tan puntillosos, hemos llegado a enterarnos de que las gallinas son los animales más torturados del planeta y de que los catalanes que se escandalizan con las corridas de toros no tienen ningún empacho en comerse los caracoles asados vivos en la plancha. Del planteamiento político orientado hacia la fiesta nacional o la tradición rancia tampoco se puede hacer una causa mayoritaria en el País Vasco. O en Navarra». Que pregunten a la gente...