Tras la liberación de los dos cooperantes catalanes
París se queja de que Al-Qaeda ni siquiera le dio opción de negociar
El Gobierno de Sarkozy cargó ayer contra AQMI acusándole de no haberle dado una oportunidad para negociar la liberación de Michel Germaneau, ejecutado por esta organización el pasado julio. Los rebeldes niegan esta versión y afirman que fue París quien rompió el diálogo.
GARA | PARÍS
Tras la liberación el lunes de los cooperantes catalanes Roque Pascual y Albert Vilalta después de casi nueve meses de cautiverio en manos de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), El Elíseo se mostró molesto de que los rebeldes ni siquiera le brindaran la oportunidad de negociar la libertad del ciudadano francés Michel Germaneau.
AQMI manifestó el lunes que la liberación de Vilalta y Pascual es «una lección para la clase política y los servicios secretos franceses».
El pasado 25 de julio, AQMI anunció haber ejecutado a Germaneau -secuestrado el 19 de abril en el norte de Níger, donde participaba en una misión humanitaria- en represalia por una operación militar franco- mauritana contra uno de sus campamentos en Mali, donde se pensaba que los rebeldes podían ocultar al cooperante. Esta operación puso los pelos de punta a la Administración española, haciéndole temer por la suerte de los cooperantes catalanes.
Claude Guéant, portavoz de la Presidencia francesa, sostiene que la célula de AQMI que tenía secuestrados a los catalanes «no era la misma» que la que había capturado a Germaneau.
La organización armada puso al Gobierno de Sarkozy en un brete al afirmar que la ejecución de Germaneau era la consecuencia de que París hubiera roto las negociaciones en curso. El Ejecutivo francés desmintió con firmeza esta versión y sostiene que nunca tuvo la oportunidad de ponerse en contacto con los rebeldes para negociar.
«Cuando la vida de un francés está en juego, Francia siempre está dispuesta a negociar; eso es lo que pasó con un rehén anterior, Pierre Camatte», aseguró Guéant, principal colaborador de Sarkozy.
El cooperante francés Pierre Camatte, secuestrado en el desierto malí, fue liberado en febrero, después de que cuatro miembros de AQMI fueran sacados de la prisión malí en la que estaban recluidos.
Por su parte, Bernard Valero, portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, se negó a responder a las acusaciones vertidas por AQMI contra las autoridades del Estado francés. «No hacemos comentarios sobre las declaraciones de los terroristas», apuntó.
«Hemos recibido con alivio la liberación de los dos rehenes españoles. Nos asociamos a la alegría de sus familias y de las autoridades españolas», agregó.
Y es cierto. La liberación de Albert Vilalta y Roque Pascual han llenado de satisfacción al Gobierno español, que sin embargo ha quedado en una posición incómoda al tener que ceder a parte de las exigencias de los secuestradores.
Ocho millones de euros
Al-Qaeda en el Magreb Islámico recibió «en total ocho millones de euros» por parte del Gobierno español para liberar a los cooperantes secuestrados, según confirmaron a France Presse mediadores malíes.
«Se puede decir que fue el Gobierno español quien pagó la suma. Incluso si no fue él quien lo pagó todo, de una forma u otra reembolsará la deuda a los países, a las personas que adelantaron dinero en este caso», indicó un mediador malí implicado en casos de liberaciones de rehenes europeos en la región.
«Ocho millones. Eso es lo que le ha costado la operación al Gobierno español, que no hizo como los británicos, que no querían pagar», dijo otro mediador.
El autor del rapto de los dos cooperantes catalanes, «Omar Saharaui», afirmó ayer que se encuentra en libertad en Mali, donde fue extraditado por la Justicia mauritana. Negó cualquier vínculo con AQMI, y afirmó que sólo es un «hombre de negocios».
El profesor de Relaciones Internacionales de la UNED Carlos Echevarría afirmó que el pago de un rescate otorga a AQMI «un impulso propagandístico y una invitación a seguir secuestrando».
La sicóloga especialista en emergencias Ingeborg Porcar cree que Vilalta y Pascual no tendrán «necesariamente secuelas» por el secuestro y estima que en el plazo de un año habrán recuperado su vida normal.
El presidente de la ONG Barcelona Acció Solidària, Francesc Osan, aseguró que la organización en la que cooperan Albert Vilalta y Roque Pascual va a realizar una nueva caravana solidaria como «homenaje» a los dos cooperantes, pero «con un recorrido muy diferente».
Según explicó, la iniciativa se va a realizar «con dos condiciones», la primera era que Vilalta y Pascual estuvieran en libertad, «algo que ya se ha cumplido», y la segunda, «cambiar radicalmente el trayecto» para evitar pasar por Mauritania, lugar donde los dos cooperantes fueron secuestrados.
Osan añadió que le impresionó ver físicamente a sus compañeros porque «Roque está muy delgado y Albert va con muletas» aunque «moralmente y síquicamente» les vio «muy bien».
Vilalta y Pascual, en declaraciones realizadas a su llegada -la madrugada de ayer- al aeropuerto de El Prat de Llobregat, dijeron que el trato de sus captores había sido «correcto» dentro de las duras condiciones del desierto. También agradecieron la labor diplomática del Gobierno español. GARA
