El Gobierno de Estados Unidos rechazó ayer la petición que hizo un dirigente republicano al presidente Barack Obama para que destituya al secretario del Tesoro, Timothy Geithner. El jefe de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, había pedido al mandatario que extienda los recortes de impuestos, congele el gasto federal y destituya a Geithner y también al asesor económico presidencial Lawrence Summers.

Boehner señaló a Geithner y a Summers como responsables de «diecinueve meses de gestión del gobierno como un activista comunitario», en relación al trabajo que desarrolló Barack Obama en su juventud en Chicago

La Casa Blanca respondió de forma inmediata y contundente, con declaraciones del portavoz Bill Burton, y con la difusión de un comunicado en el que se refutan varias de las puntualizaciones que había hecho Boehner. En paralelo, durante un acto en la Casa Blanca, el vicepresidente, Joseph Biden, dijo que Boehner quiere restablecer las políticas económicas del presidente George W. Bush y añadió que el Partido Republicano llevó «a la ruina al país».