José Barrionuevo en su época de ministro, gozaba de un predicamento entre los suyos y entre buena parte de los españoles muy similar al que hoy tiene el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba. Los de Barrionuevo eran los tiempos de los GAL y de la corrupción generalizada, pero España miraba para otro lado o no tanto, que los socialistas al alimón, o casi al alimón, fueron a la prisión de Guadalajara a mostrar su apoyo a los protagonistas de la corrupción y encubridores del terrorismo de estado.

Aquellos tiempos dieron paso a estos de Zapatero y Rubalcaba que, (...) han elaborado leyes y normas para conseguir que una parte de la sociedad no pueda ejercer su derecho al voto, ni de expresión ni de reunión.

Y ahora se prohíbe el itinerario de una manifestación reivindicativa (y la fiesta es también reivindicación), de una marcha en la que nunca ha habido incidentes con argumentos nada sólidos. Y se le dice a la izquierda abertzale que tiene que renegar de ETA y se le dice a ETA que desaparezca so pena de no poder ejercer ninguno de sus derechos constitucionales, so pena de pudrirse en cárceles lejos de su tierra y de sus gentes, lesionando la legalidad vigente, que les importa una higa.

Y por esas mismas razones, o conmigo o contra mí, arremeten contra Tomás Gómez porque ha osado encararse con el Führer Zapatero y llevarle la contraria en cuanto a mantener su candidatura a la presidencia de la comunidad autónoma de Madrid. Y no sólo eso, que Rubalcaba, se ha atrevido a reprender a Gómez y a, veladamente, amenazarle con la excomunión de aquí a que transcurran las primarias internas en el PSM. (...) ¿será también ilegalizado como la izquierda abertzale? ¡Y dicen que es un estado democrático!