Hay tramos secuenciales de los noticiarios que sin entrar en asuntos de conspiraciones, ni corrupciones, ni las alucinaciones de obispos, militares, políticos en calzón corto, como sus ideas, o las excreciones de los periodistas del régimen, la televisión se convierte en un circo de los horrores y como se nos muestran las imágenes en acotaciones de un programa informativo que debemos entender como de interés general y no en un concurso de vídeos de primera, solamente podemos exclamar que este mundo que nos retrata la televisión puede verse desde el lado de lo extravagante, aunque sea con cuestiones aparentemente circunstanciales, pero que se convierten en síntomas de una situación general que diagnostica una gravedad extrema.

¿Es cierto que en China hay un atasco de tráfico que tiene atrapados a millares de conductores desde hace varios días? La pregunta se basa en la tendencia a la autodefensa, a no creerse todo aquello que se nos ofrece por el electrodoméstico esencial sin colocar alguna preventiva comprobación. Se ha visto y escuchado a un chino decir que llevaba tres días sin poder moverse, y entonces, la cosa empieza a escapase de cualquier noción de paradoja para convertirse en un síntoma, en la plasmación de unas premoniciones artísticas de la novela de Julio Cortázar convertida en una realidad oriental. El Gran Atasco, podría compararse a la Gran Muralla, porque para que alguien permanezca esas eternidades en el habitáculo de su automóvil, tienen que concurrir tantas eventualidades, tantas negligencias humanas, tantos accidentes naturales, que es difícil atrapar la trascendencia de la noticia, visualizarla, comprenderla, asumirla. China es muy grande, sí, pero ¿cuántos kilómetros dice usted que había de atasco? Este mundo está loco.

Sin solución de continuidad vemos imágenes de un tornado de fuego. Así, tal cual. En Sao Paulo, Brasil, sequedad absoluta, un incendio pequeño y de repente se produce un tornado que es una lengua de fuego arrasando todo a su paso. ¿El apocalipsis? ¿En qué mundo vivimos? ¿Adónde vamos? Todo parece fruto de la locura del ser humano y de un concepto suicida del progreso.