Tea Party toma Washington en el aniversario del discurso de Martin Luther King
La coincidencia del aniversario del histórico discurso «Tengo un sueño» de Martin Luther King con la concentración que ayer celebró la organización ultraderechista estadounidense Tea Party en Washington provocó un hondo malestar en la comunidad negra.Lucile MALANDAIN (AFP) |
Decenas de miles de partidarios de la ultraderecha estadounidense invadieron Washington ayer para celebrar una manifestación destinada a «restablecer el honor» del país, en el mismo lugar en el que se celebró el discurso de Martin Luther King hace justo 47 años.
La reunión de los Tea Party, grupos ultraconservadores con accento populista, tuvo como escenario el Lincoln Memorial, en el corazón de la capital, donde el líder del movimiento por los derechos de los negros pronunció el discurso «Tengo un sueño» el 28 de agosto de 1963.
La coincidencia de fechas ha provocado la cólera de la comunidad negra, que acusa a los partidarios de los Tea Party, muy mayoritariamente blancos, de racistas. Este movimiento, que ha tomado fuerza desde la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama, acusa al presidente de querer introducir el socialismo en el país y se opone frontalmente a su reforma del seguro médico que entró en vigor a comienzos de año.
La reunión, que comenzó con el juramento a la bandera y el himno nacional, fue organizada por Glenn Beck, un comentarista de radio ex alcohólico que afirma que su conversión a la fe mormona fue providencial. Acusa a Obama de racismo antiblanco. Beck, que en sus emisiones en la cadena de televisión Fox pontifica contra la noción de justicia social, aseguró que la coincidencia con la fecha del aniversario del discurso de King fue puramente fortuita.
La antigua candidata republicana a la Vicepresidencia Sarah Palin, estrella de los ultraconservadores, tomó la palabra para asegurar que sentía «el espíritu de Martin Luther King». Palin, a quien muchos atribuyen el deseo de presentarse a las Presidenciales de 2012 frente a Obama, rindió homenaje a las tropas estadounidenses en el extranjero.
En medio de una multitud uniformente blanca, de todas las edades y recubierta con la bandera de las barras y estrellas, los manifestantes acusaron a Obama de haber traicionado los valores de EEUU. «Queremos que el país vuelva a sus principios fundadores», dijo Lou Tribus, un jubilado de Tennessee.
Los miembros de Tea Party se oponen frontalmente al déficit del Gobierno federal, generado, a su juicio, por las ayudas a los bancos tras la crisis. Toman su nombre de la revuelta contra el Imperio británico de 1773 por los impuestos del té.