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Etxerat denuncia las maniobras de Madrid con los presos enfermos

La decisión de volver a encarcelar a Mikel Ibañez o de alargar en nueve años la condena de Gotzone López de Luzuriaga no tiene ningún asidero jurídico, y sí todo un trasfondo político. Así lo indicó ayer la abogada Ainhoa Baglietto, quien denunció que detrás de todas las actuaciones contra los represaliados vascos hay un impulso del Gobierno español y advirtió de que ha habido una «degradación en la interpretación de la ley» en los últimos años.

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Iker BIZKARGUENAGA |

«Nada tiene de jurídico el encarcelamiento de Mikel Ibañez, cuando su situación médica no ha mejorado, al contrario, ha empeorado. Tampoco tiene ninguna lectura jurídica la situación de Gotzone López de Luzuriaga o de Jon Agirre Agiriano, a quienes se niega la libertad aun cuando padecen enfermedades graves e incurables, y se les alarga la condena». Esta afirmación de la abogada Ainhoa Baglietto precedió a la constatación de que todas las actuaciones contra los presos políticos vascos «nacen por un impulso del Gobierno» español, que actúa a través del Ministerio Fiscal.

Baglietto intervino ayer en una rueda de prensa de Etxerat, a la que asistieron familiares de represaliados aquejados de enfermedades graves e incurables y de Miren Arana, profesional del ámbito sanitario. La letrada explicó que durante los últimos años «hemos asistido a una degradación de la interpretación de la ley» respecto a los presos, de modo que «las libertades condicionales, las suspensiones de condena, que existen en la ley por razón de enfermedades grave e incurables y que hace años se aplicaban por la Audiencia Nacional, han desaparecido en la práctica».

Las declaraciones de Rubalcaba

En esta línea, se refirió a las declaraciones efectuadas el 9 de agosto por responsables del Ministerio del Interior a «El Mundo», en las que, recordó la abogada, «reconocían que política- mente hacen lo imposible por mantener en la cárcel a los presos políticos que no se arrepienten», aun cuando «su situación médica les lleve casi hasta las puertas de la muerte».

En la rueda de prensa se citaron también los casos de Bautista Barandalla, Anjel Figeroa, Belén González Peñalba, Mikel Gil Cervera, Mariló Gorostiaga y Juanjo Rego Vidal, cuya situación médica ha sido denunciada durante años y sobre quienes las autoridades españolas han decidido imponer una situación de prisión atenuada, teniendo que aceptar que su estado es muy grave. Igual que la de los presos políticos Mikel Ibañez y Gotzone López de Luzuriaga, también aquejados por enfermedades graves e incurables y cuya situación fue especialmente tratada en la comparecencia.

Mikel Ibañez fue excarcelado antes incluso de ser enjuiciado debido a que estaba afectado por un cáncer con un pronóstico muy grave. Esa situación de prisión atenuada, apuntó la abogada, se mantuvo también después de que la Audiencia Nacional lo condenara, pero recientemente ha sido encarcelado a solicitud de la Fiscalía.

Gotzone López de Luzuriaga, también aquejada por una enfermedad grave e incurable, ha visto cómo durante años se le negaba la libertad condicional, así como la suspensión de la condena. El pasado 11 de agosto debía haber salido en libertad por cumplimiento de la condena, pero se le ha aplicado la sentencia del Tribunal Supremo 197/2008, que constituye de facto una cadena perpetua, y deberá permanecer encarcelada hasta 2019. A no ser que antes el Tribunal Constitucional resuelva favorablemente el recurso.

Y es que, tal y como explicó Baglietto, el Tribunal Constitucional aún no se pronunciado sobre el recurso interpuesto en 2007 contra la doctrina del Supremo, y el alargamiento de las condenas afecta ya a más de cincuenta presos políticos vascos. La situación es tan grave, señaló, que en el caso de Jon Agirre, igualmente afectado por una grave e incurable dolencia, y al que se le aplicó la doctrina del Supremo en 2006, se da el caso de que el próximo año cumplirá la condena en su totalidad, ampliación incluida, sin que el Constitucional siquiera se haya pronunciado sobre su recurso.

Baglietto denunció la situación que están viviendo tanto Ibañez como López de Luzuriaga, y señaló que ambos represaliados constituyen «dos casos clarísimos en los que jurídicamente deberían estar en libertad» y que no lo están porque para sus captores «políticamente no es admisible».

Miren Arana, por su parte, detalló la situación en la que se encuentran siete represaliados con enfermedades graves e incurables que permanecen presos y dio a conocer las reivindicaciones que profesionales de la medicina han suscrito respecto a este tema. Entre otras cosas, señalan que «toda persona, aún estando presa, tiene el mismo derecho que cualquier ciudadano o ciudadana a una sanidad integral y de calidad»; piden que los presos políticos vascos tengan acceso a una asistencia sanitaria digna; que puedan ser asistidos por sus médicos de confianza; y que aquellos que sufren enfermedades graves e incurables sean liberados.

Etxerat: «Es imprescindible que la sociedad vasca se active por los presos enfermos»

Marifeli Etxeandia y Jose Campos, hermana y compañera de José Miguel Etxeandia y Bautista Barandalla, respectivamente, fueron las encargadas de leer un escrito en el que Etxerat denuncia que la situación que viven los presos políticos con enfermedades graves e incurables «es más grave que nunca». «El Gobierno español sigue aplicando una política penitenciaria criminal que sólo busca la aniquilación física y sicológica de nuestros familiares», explicaron en nombre de los allegados de los represaliados enfermos.

Desde Etxerat recordaron que «llevamos muchos años luchando por los derechos de nuestros familiares presos» y que, en todo este tiempo, han expresado su preocupación por la situación de todos los prisioneros y, de forma especial, de aquellos y quellas que sufren alguna enfermedad. Una labor a través de la cual, apuntaron, han conseguido concienciar a una «mayoría amplia de la sociedad vasca» para que haga suya la demanda de que los presos enfermos sean puestos en libertad, y que incluso han conseguido «importantes logros» en los últimos años. «Sin embargo -agregaron a renglón seguido- hoy queremos constatar que la situación de nuestros familiares presos enfermos es más grave que nunca», y por ello asumieron «el compromiso de responder a esta situación con todas nuestras fuerzas».

Etxerat considera «imprescindible» que la sociedad vasca «se vuelva a activar a favor de la libertad incondicional de todas las presas y presos políticos vascos que sufren enfermedades graves e incurables» y se muestra convencida de que a través de la movilización social «podemos ganar esta batalla».

Dicho esto, quisieron dejar claro en la rueda de prensa que «el Gobierno volverá a fracasar en su objetivo de chantaje político hacia nosotros y hacia nuestros familiares presos».

Etxerat considera llegado el momento de «terminar de una vez y para siempre con esta sangrante e insostenible situación» y, por eso, quisieron trasladar su preocupación a todos quienes hacen suya la demanda de repatriar a los presos y presas políticas vascas a Euskal Herria, y especialmente la exigencia de libertad sin condición alguna de los presos que padecen graves enfermedades.

I. B.

cacheos en huelva

Según denunciaron ayer desde Etxerat, los cacheos se han vuelto a repetir en la cárcel de Huelva, y los presos Fernando García Jodrá, Gaizka Jareño y Aritz Arginzoniz se han quedado sin vis a vis. Esta situación se repite desde hace diez meses.

autobús atacado

La asociación de familiares también informó de que el autobús que ha ido esta semana a Andalucía fue apedreado ayer y que las lunas delanteras del vehículo resultaron destrozadas por el ataque.

1.000 en bilbo

El viernes por la tarde, unas mil personas participaron en la movilización convocada por los derechos de los presos políticos vascos en Bilbo, en una iniciativa con motivo de Aste Nagusia.

«Hablan de humanizar el conflicto pero aquí no hay nada de eso»

GARA habló al acabar la rueda de prensa con Jose Inazio López de Luzuriaga y Kepa Ibañez, hermano de Gotzone e hijo de Mikel, respectivamente. Los casos de estos dos presos políticos se han convertido en una fiel fotografía de la política que Madrid mantiene sobre los represaliados vascos.

«Estamos muy enfadados, con una gran impotencia. Hemos recibido la noticia muy mal». Con estas palabras, López de Luzuriaga se refería a la decisión de aplicar a su hermana, que después de 21 años encarcelada cumplió condena el día 11 de este mes, la doctrina del Supremo y alargar su condena nueve años más. «Sabes que puede pasar -explicaba-, pero en el caso de Gotzone no lo esperábamos. Sufriendo un cáncer, habiendo cumplido la condena... pensábamos que alargarle la condena era algo inhumano». Y es que, por ley y a causa de su enfermedad, la prisionera de Agurain hace tiempo que debía haber sido liberada. Pero, por el contrario, no sólo la mantienen presa, sino que el trato que recibe es extremadamente duro.

Su hermano relata, a modo de ejemplo, que en las citas médicas, aun tratándose de revisiones ginecológicas, siempre hay policías presentes, que amenazan con llevarse a Gotzone si no están ellos.

La represaliada alavesa fue trasladada a Valladolid desde Jaén, pero en el traslado no llevaron su historial médico ni ninguna referencia clínica, con el consiguiente perjuicio a la hora de recibir el tratamiento que necesita. «Se habla de que hay que humanizar el conflicto, pero aquí no hay nada de eso» se lamenta el hermano de Gotzone, quien señala que aun privado de libertad «un preso mantiene todos los demás derechos». O debería, porque no sucede así. «Su situación es la de una persona secuestrada, ése es el sentimiento que tenemos, que está secuestrada».

Kepa Ibañez considera por su parte que la decisión de volver a encarcelar a su padre «es una tomadura de pelo». «Una falta de respeto», añade. Explica que han puesto un recurso, pero «todo va muy lento, no hay respuesta y todos son pegas». También critica, como el hermano de Gotzone, la respuesta de partidos e instituciones. «Ha habido más palabras que hechos; me hubiera gustado que se hubiera hecho más, que se hubiera tomado en serio este tema», explica Ibañez.

I. B.

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