La construcción de la democracia en Euskal Herria es algo esencial a los ojos de los familiares de los presos políticos vascos que, además de ser testigos directos del hostigamiento que sufren sus allegados, también son objeto de intentos de criminalización y de ataques como el ocurrido el pasado fin de semana contra el autobús que los trasladaba a realizar visitas a las cárceles de Andalucía. Su deseo de superar esta situación ha llevado a Etxerat a mostrar su adhesión a la manifestación que, convocada por Adierazi EH!, desfilará el próximo 11 de setiembre por las calles de Bilbo.

El apoyo mostrado por Etxerat a la iniciativa popular por los derechos civiles y políticos será dilatado en el tiempo, ya que, como explicó ayer en rueda de prensa, la asociación de los familiares de represaliados políticos mostró su disposición a ser «parte activa» de Adierazi EH!.

Marian Bilbatua y Jon Fano, que hicieron de portavoces en la comparecencia que tuvo lugar en Bilbo, consideraron «urgente» dar los pasos oportunos hacia el respeto de todos los derechos y ubicaron la creación de Adierazi EH! en esa dirección, calificándola como una «nueva herramienta y un nuevo compromiso».

La manifestación que recorrerá el centro de la capital vizcaina el sábado 11 de setiembre es, a juicio de Etxerat, «un acto en pro de un escenario en el que el respeto de los derechos civiles y políticos más elementales sea una realidad». Por ello, animaron a la ciudadanía y a los distintos agentes a participar en la misma; «para que esta marcha sea válida para comenzar un verdadero cambio», recalcaron.

El cambio anhelado por Etxerat contempla el respeto de los derechos de todos los vascos, tanto en la calle como en las prisiones. En este sentido, exigieron que las «medidas más duras y crueles» de la política penitenciaria sean superadas. Lo que se traduce, según comentó Fano, en el fin de la política de dispersión y en la puesta en libertad de los presos que han visto cumplida su condena y de los que se encuentran gravemente enfermos.

Los familiares aprovecharon la ocasión para denunciar la «cruel» situación que viven sus allegados encarcelados, recordando de manera especial al medio centenar de vascos «bajo la aplicación de la cadena perpetua» o la situación de los seis presos que se encuentran gravemente enfermos. Censuraron también el reciente ingreso en prisión de Mikel Ibañez, aquejado de cáncer, o la prórroga de la condena en nueve años a Gotzone López de Luzuriaga, gravemente enferma.

Etxerat abogó por «articular compromisos» en pro del respeto de los derechos de los presos y confió en que la próxima manifestación de Bilbo sirva para lograrlo.