El Gobierno de Lakua inicia el curso político
López desea un «final feliz» entre el PNV y el Ejecutivo de Zapatero
Más viajeros y menos violencia achacada a la izquierda abertzale. Un triunfo que ayer se atribuyó el lehendakari Patxi López. «En sólo dos veranos de acción decidida, de decir las cosas claras, y con el apoyo abrumador de la ciudadanía, han cambiado los veranos vascos». Y el termómetro de todo ello son los turistas. Porque según López, «algo está cambiando en Euskadi y los turistas lo han confirmado». Un dato disonante: el año con más viajeros fue 2007.
Iñaki IRIONDO | DONOSTIA
El Gobierno de Lakua inició ayer el curso político con una reunión en el palacio Miramar de Donostia. Una tradición a la que este año se le ha añadido la intencionalidad de apoyar la candidatura de la ciudad a la capitalidad europea de la Cultura 2016. Antes de comenzar el Consejo, los miembros del gabinete se fotografiaron con el alcalde donostiarra, Odón Elorza, con el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y con la presidenta de las Juntas Generales del territorio, Rafaela Romero.
Tras la reunión, el lehendakari, Patxi López, compareció ante los medios de comunicación, con un discurso escrito, para dejar constancia de que desde que gobierna con el apoyo del PP, los veranos vascos «han cambiado». No es que haga mejor tiempo, pero sí dijo que «poco a poco el aire se hace más respirable». La clave: que también «poco a poco», «estamos consiguiendo acorralar a los violentos».
Y esto, según López, «está ayudando a derribar la barrera sicológica que retraía a muchos turistas a visitarnos». A lo que añadió que «en la medida en que vamos ganando la batalla al terrorismo, en la medida en que los violentos abandonan el paisaje vasco, va surgiendo Euskadi tal y como es, con sus gentes de siempre: amables y acogedoras. Con sus paisajes y espacios inigualables».
«En sólo dos veranos de acción decidida -afirmó el lehendakari-, de decir las cosas claras, y con el apoyo abrumador de la ciudadanía, han cambiado los veranos vascos».
Como si fuera un eslogan promocional más, Patxi López aseguró que «algo está cambiando en Euskadi y los turistas lo han confirmado». Y para ello ofreció datos sobre que la entrada de viajeros en junio fue un 18% superior a la de 2009 o que en julio se logró la cifra récord de más de 241.000 viajeros en los establecimientos de la CAV. Y ya lanzado, afirmó que una de las claves del auge turístico es la «acertada política de promoción turística impulsada por el Gobierno, que ha sabido dirigir sus mensaje a los mercados adecuados».
Gracias a todo ello, el lehendakari destacó que «el turismo ha dejado de ser una anécdota en nuestra economía (alcanza ya el 5,3% de nuestro PIB) y es una fuente de riqueza para los vascos».
Algunos datos sobre turismo
Los datos ofrecidos ayer por el lehendakari sobre turismo son ciertos. Sin embargo, conviene ponerlos en su contexto. Por ejemplo, el turismo constituyó el 5,3% del PIB en 2008, cuando gobernaba el tripartito liderado por Juan José Ibarretxe.
El crecimiento de la llegada de viajeros a la CAV es prácticamente constante año a año desde 1992, ejercicio en el que el Eustat comienza a ofrecer el dato. Y el récord se obtuvo en 2007 con 2.093.346 turistas. En junio de aquel año -cuando ETA puso fin a su último alto el fuego- pernoctaron en la CAV 206.525 turistas, según el INE, más que los 199.084 contabilizados en junio de 2010.
2009, primer año del mandato de López, fue peor turísticamente que 2006, 2007 y 2008 en número absoluto de visitantes. Y el peor desde 1998 si atendemos al grado de ocupación hotelera. Todo ello según datos oficiales de las agencias autonómica y estatal de estadística.
«Rebrote de violencia callejera»
El lehendakari hizo ayer un difícil ejercicio dialéctico al intentar vender, por un lado, la nueva placidez del verano vasco, en el que las «fiestas han sido en gran medida espacios de libertad y armonía», con «las patrullas de la Ertzaintza defendiendo los espacios festivos de la invasión violenta»; pero hablando después del «rebrote de violencia callejera padecido en las últimas semanas» que, pese a que «ETA está casi desaparecida», «nos recuerda que la embestida totalitaria sigue ahí».
La quema de algunos contenedores ha sido un episodio poco claro de este mes de agosto y el propio Gobierno de Lakua ha dudado de su origen. Pero el lehendakari necesitaba ayer hablar de kale borroka para criticar a la izquierda abertzale y tratar de negar credibilidad a su apuesta política. Aunque ello entrara en contradicción con el nuevo «aire respirable» de los veranos con gobierno del PSE.
es, hasta la fecha, el año que más turistas recibió la CAV según las propias estadísticas oficiales, en las que se puede ver que desde 1992 cada año se ha aumentado la cifra de turistas del año anterior, con las excepciones de los bienios 2000-01y 2008-09.
El Gobierno de Lakua quiso reiterar todo su apoyo a la candidatura de Donostia para ser nombrada capital cultural de Europa en 2016 y mostró su confianza en que supere primero la fase clasificatoria de setiembre y se haga después con el título.
López dio por finalizado «el año que llamamos de resistencia frente a la crisis» y ya observa indicios de mejora, por lo que anunció que su Gobierno se centrará en «mirar al futuro e iniciar las reformas necesarias para salir más fuertes».
El lehendakari anunció que los presupuestos de la CAV para 2011 que pronto presentarán «van a ser austeros» y expresó su confianza en reeditar los acuerdos que se dieron el pasado año en las distintas instituciones.
Tras más de un año de gobiernos del mismo partido en Lakua y Madrid, lo cierto es que no ha habido ningún acuerdo sustancial entre ambos ejecutivos en materia de transferencias o en cualquier otra mejora del autogobierno. López llegó a Ajuria Enea hablando de colaboración y de superar el «todo o nada» y el enfrentamiento de su antecesor. Todavía no ha obtenido ningún fruto.
Peor aún. La negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2010 entre el Gobierno español y el PNV supusieron todo un desaire para el Ejecutivo autonómico. Según dijo ayer Patxi López, lo acordado entre ambos al margen de Lakua en materia de transferencia de políticas activas de empleo tiene como saldo «un año sin los recursos y las herramientas con las que fomentar el empleo y mejorar la empleabilidad de nuestros parados y paradas».
López, claro está, intentó endosar la carga de esa culpa únicamente al PNV, como si Zapatero no hubiera tenido nada que ver en ello.
Pero esta no es la única contradicción que vive el Gobierno de Lakua en esta materia puesto que, mientras intenta vender que el PNV puso un veto a la transferencia hasta setiembre de este año, por otro lado no para de repetir que se trata de una transferencia muy complicada y técnicamente difícil en la que todavía no está cerrado el acuerdo entre las administraciones. Ayer mismo, López destacaba que «seguimos negociando la transferencia». Luego, al hacerle ver la paradoja de denunciar un veto y no tener aún un acuerdo, alegó que como estaba la fecha de setiembre no se había negociado con la celeridad o intensidad suficiente, algo que nunca había admitido hasta ahora.
En cualquier caso, y pese a la jugarreta del pasado año, Patxi López puso ayer todo su empeño en mostrar su confianza en José Luis Rodríguez Zapatero y en que la negociación con el PNV tenga «final feliz» y los resultados «sean buenos para todos». También insistió en que está constantemente informado de los contactos.
Quiso recordar, en cualquier caso, que la negociación y firma de las transferencias es tarea de los gobiernos en la Comisión Mixta de Transferencias y que, por tanto, se negocie lo que se negocie con el PNV, al final corresponde a Lakua rubricar el acuerdo. Preguntado sobre si esta aclaración significaba una amenaza de que podrían no aceptar el acuerdo que alcance el PSOE con los jeltzales, respondió que se trataba únicamente de constatar una realidad.
Entre tanto, el presidente del BBB del PNV, Andoni Ortuzar, aseguró que «si la transferencia de políticas activas no viene en los términos que recoge el Estatuto, tanto en la vertiente competencial como en su cuantificación económica, mejor que el Gobierno socialista llame a otra puerta porque la del PNV va a estar cerrada». En declaraciones a Europa Press, Ortuzar afirmó que si Zapatero quiere el apoyo de PNV, «va tener que mojarse, y mucho, en favor del autogobierno». I.I.
La diferencia entre las exigencias del Gobierno de Lakua y las del PNV en materia de transferencia de las políticas activas de empleo no es sólo una cuestión de millones. Lo que va de los 300 millones de euros en los que la valora el Ejecutivo de López a los 480 de los que hablan los jeltzales es una cuestión competencial de fondo, y la razón por la que hasta ahora ningún gobierno anterior de la CAV ha aceptado una transferencia que tiene el resto de comunidades autonómicas. Según la lectura del Estatuto que hace el nacionalismo vasco, la transferencia de las políticas activas de empleo debe incluir las ayudas indirectas consistentes en las bonificaciones de cuotas que gestiona la Seguridad Social, lo que en las nóminas de los empleados por cuenta ajena figura como «Cuota de desempleo y formación».
Según la lectura que hace el nacionalismo vasco, y que dicen cuenta con el aval del Tribunal Constitucional, esas cuotas no son Seguridad Social sino INEM y, por lo tanto, su valoración debe estar incluido en la transferencia.
Por contra, para las fuerzas unionistas -incluidos en este caso los sindicatos CCOO y UGT- asumir esos aproximadamente 175 millones de euros supone «romper la caja única de la Seguridad Social» y, por lo tanto, les resulta inadmisible.
El lehendakari, Patxi López, habló ayer de que la transferencia se haría en los términos que recoge el Estatuto de Autonomía, aclarando que eso pasa por no romper la caja única de la Seguridad Social. Desde el PNV se insiste que la lectura correcta del Estatuto es la suya. I.I.
«Mientras el abertzalismo radical no abandone el mundo del terror y se sume al resto de demócratas para terminar entre todos con el terrorismo carecerá de credibilidad. Seguirán siendo el entorno de ETA y seguirán fuera de la democracia».