Cuatro colonos sionistas -incluida una mujer embarazada- murieron ayer tras ser ametrallado el vehículo en el que viajaban por una carretera cerca de la ciudad cisjordana de Hebrón. Los fallecidos residían en la colonia de Beit Hagai, al sur de Hebrón.

Este atentado -uno de los graves registrados en los últimos meses en Cisjordania y que fue reivindicado por la Brigada de los Mártires de Al-Aqsa, ligada a Al-Fatah, y las Brigadas Ezzedin al-Qassam, de Hamas- se produce en vísperas de que mañana se reanuden en Washington, a instancias de Obama, las conversaciones directas entre Israel y la Autoridad Palestina, suspendidas desde 2008.

Tanto el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, como el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se encontraban ya en EEUU, fueron informados del atentado.

Precisamente, el mantenimiento de la moratoria de la ampliación de colonias sionistas en Cisjordania y Jerusalén Este es uno de los puntos que pueden mandar al traste esta nueva negociación de Wa-shington.

Tras conocerse el atentado, dirigentes de los colonos y diputados de la derecha israelí reclamaron a Netanyahu que suspenda el encuentro de Washington.

Hamas, por su parte, mostró su júbilo por el atentado, que calificó de «reacción normal a los crímenes de la ocupación y muestra del fracaso de la colaboración entre la Autoridad y los ocupantes contra la resistencia».

Los Comités de Resistencia Popular señalaron que el atentado es un mensaje a los negociadores palestinos.