Azerbaiyán y Armenia se acusaron mutuamente de iniciar un enfrentamiento armado que se habría saldado con un número indeterminado de bajas -que variaban según el recuento de cada parte- en torno al enclave de Nagorno-Karabaj.

El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán acusó al Ejército armenio de lanzar un ataque el pasado lunes contra posiciones militares azeríes cerca de la aldea de Tchaily, en la región de Terter: «Nuestros soldados respondieron al ataque. Tres soldados armenios y dos azeríes murieron en los enfrentamientos».

Por contra, el Ministerio de Defensa armenio acusó a Azerbaiyán de haber lanzado el ataque contra «las Fuerzas Armadas de Karabaj», asegurando que uno de sus soldados resultó herido y que siete militares azeríes «resultaron heridos o muertos», en palabras del portavoz Seiran Hasratian.

Anexionado a Azerbaiyán en el período soviético, Nagorno-Karabaj, con mayoría armenia, proclamó su independencia, no reconocida internacionalmente, tras una guerra que dejó 30.000 muertos y cientos de miles de refugiados entre 1988-1994.

Pese al acuerdo de alto el fuego bilateral, periódicamente se producen enfrentamientos armados y no hay solución a la vista sobre el estatus del enclave, situado en el sur del Cáucaso, una zona estratégica entre Rusia, Irán y Turquía.

En la última semana han aparecido informaciones contradictorias sobre un soldado azerí que, según Azerbaiyán, habría sido capturado por las fuerzas armenias pero que, según Nagorno-Karabaj, habría decidido desertar.

En julio, y de visita a la zona, la secretaria de Estado de EEUU advirtió a ambas partes contra el uso de la fuerza y el tensionamiento de la situación.