Miles de personas conmemoraron ayer la masacre tras el secuestro y asalto militar en 2004 de un escuela en Beslan y denunciaron la falta de resultados en la investigación seis años después de un drama que dejó un saldo de más de 330 muertos, la mayoría menores.

El tañido de una campana, justo a las 9.15 de la mañana, hora en que el comando caucásico irrumpió en pleno inicio del curso escolar, dio arranque al acto, en el que cientos de supervivientes y familiares depositaron en el interior del gimnasio, donde estuvieron retenidos los rehenes, flores junto a las fotografías de la víctimas y botellas de agua, un gesto en memoria a los tres días sin agua que pasaron los secuestrados.

Sonó una campanada por cada una de las víctimas.

Guerra de Chechenia

El 1 de setiembre de 2004, un comando formado por activistas de distintas repúblicas caucásicas, en su mayoría procedentes de la vecina Ingushetia, secuestraron a más de un millar de personas y exigieron a cambio de su libertad el final de la guerra contra Chechenia.

Tras tres días, las fuerzas especiales entraron al asalto y murieron más de 330 personas, 186 de ellas menores.

«Todavía hoy lloramos de dolor por la injusticia y la falta de voluntad de las autoridades para explicar por qué los secuestrados murieron y por qué se utilizaron armas de destrucción masiva contra los rehenes en la escuela», denunció ayer Anneta Gadieva, que perdió a una hija hace seis años.

Bombas desde el exterior

Según los testimonios y las opiniones de los expertos, las explosiones en el interior de la escuela, en el momento del asalto, fueron provocadas por lanzamientos de granadas desde el exterior. El Kremlin sostuvo desde un principio que el comando secuestrador hizo estallar las cargas que supuestamente había instalado en el interior del centro.

Las autoridades han «prolongado la investigación veinte veces y nada ha cambiado», denunció Gadieva, de la Asociación de Madres de Víctimas de Beslan.

Otra portavoz de la asociación, Susana Dudieva, coincidía totalmente. «¿Cómo nos vamos a consolar? ¿Con esta investigación escandalosa? ¿Con estas autoridades escandalosas que ocultan la verdad sobre Beslan?», denunciaba esta madre, cuya hija sobrevivió milagrosamente al asalto.

«Los que permitieron el drama de Beslan siguen dirigiendo el Ejército, los servicios especiales y nuestro vergonzoso país», señaló la representante de las familias de las víctimas.