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El Gobierno alemán aprueba el plan de ahorro del gasto público

El Gabinete de la canciller alemana Angela Merkel aprobó ayer el plan de ahorro y recorte del gasto público diseñado antes de verano por el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble. Entre otras medidas, prevé recortes para los receptores de ayuda social, y también impone, a partir del próximo ejercicio, un impuesto que gravará a los pasajeros que vuelen en avión.

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El consejo de ministros alemán aprobó ayer el proyecto para la ley complementaria a los presupuestos públicos, que contiene parte esencial del plan de ahorro diseñado en julio por el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble. El proyecto contempla, entre otras medidas, recortes sociales y un desmantelamiento de los privilegios de que gozan las empresas en lo relativo al impuesto a la energía.

Según un portavoz del Gobierno de Angela Merkel, las medidas suponen un ahorro de 20.000 millones de euros en el curso de los próximos cuatro años. A ello deberán agregarse 2.300 millones de euros, que generará el impuesto especial sobre el combustible nuclear a los consorcios energéticos propietarios de plantas atómicas, que el consejo de ministros deberá aprobar a finales de mes, según informó Efe. Otras medidas para sanear los presupuestos se sacarán adelante a través del procedimiento ordinario, en el que cada cartera deberá presentar propuestas de recortes.

Schäuble presentó antes del verano un plan de ahorro presupuestario que supone un recorte del gasto público de 80.000 millones euros hasta 2014. Ayer, reiteró que la reducción del déficit es una condición clave para lograr un crecimiento sostenido. «Siempre hemos tenido claro que tenemos que mantener ese rumbo», dijo.

Entre los recortes, el más significativo es la eliminación del pago de cotizaciones a la caja de pensiones para los receptores de ayuda social -el llamado subsidio de desempleo II- que deberá ahorrarle al fisco cerca de 7.000 millones de euros en los próximos cuatro años.

Impuesto sobre pasajeros

Entre las medidas aprobadas, se encuentra un nuevo impuesto sobre los pasajeros aéreos que tiene como objetivo recaudar 1.000 millones de euros al año.

El impuesto, que comenzará a aplicarse en 2011, gravará con 45 euros por pasajero a los viajeros de larga distancia, con 8 euros a los de corto radio y con 25 euros a los de medio radio. Los servicios de transferencia o interconexión de vuelos no tendrían cargas extras, mientras que los vuelos de carga no quedarán afectados por el impuesto. Las aerolíneas alemanas esperan perder cerca de siete millones de pasajeros a consecuencia del impuesto, y aseguran que el tributo podría generar menos ingresos de los que han previsto.

80.000 millones

El Gobierno alemán pretende reducir en unos 80.000 millones el gasto público hasta 2014. Con el plan aprobado ayer ahorrará 20.000 millones.

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