GARA > Idatzia > Kultura

CRíTICA cine

«Miedos 3D»

p043_f03_31x44.jpg

Koldo LANDALUZE

Han transcurrido seis años desde la última vez que Joe Dante se colocó en solitario detrás de una cámara para rodar un largometraje. Durante este tiempo, el autor de “Gremlins” ha probado fortuna en filmes colectivos como “La casa del terror” y producciones televisivas en las que, como en el caso de “El eslabón más débil”, incidían en su habitual estilo de terror de serie B.

Dante persevera en su empeño por seguir abonado a un modelo cinematográfico inspirado en los clásicos de bajo presupuesto y su apuesta siempre ha sido abiertamente desenfadada y mordaz, tal y como quedó reflejado en el homenaje que tributó mediante su filme más personal –“Matinee”–  a aquellas proyecciones cinematográficas tan disparatadas que planearon William Castle y compañía. Algo de ello hay en esta su nueva película porque, si bien en “Matinee” nos acomodábamos en un patio de butacas para visionar una película de terror animada por todo tipo de artificios destinados a hacer brincar al espectador de su asiento electrificado, en “Miedos 3D” el espectador se involucra en la película con la ayuda de las tres dichosas dimensiones, un artificio reinventado que se ha convertido en toda una constante dentro del cine actual.

Fiel a su carácter juguetón, el cineasta se ha sacado de la chistera un cuento de terror infantil en el que los vástagos de una familia en crisis descubren el otro lado de la realidad a través de un siniestro agujero. La carencia de luz y la profundidad que otorga esta atmósfera ensombrecida, son las principales herramientas que Dante utiliza para crear los sustos que animan esta velada que huye de la rimbombancia y apuesta por la honestidad y la modestia en sus pretensiones. Los miedos infantiles, encarnados en esos monstruos que siempre alberga la penumbra, son mostrados sin excesivos alardes sicológicos y  únicamente funcionan como detonante de una acción concebida para ser disfrutada mediante un encadenado de situaciones que coquetean con lo perverso y un epílogo que nos devuelve al Dante más canalla.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo