Igor Antón atiende a GARA antes de tomar la salida ayer en la última etapa de transición previa al primero de los seis finales en alto llamados a decidir la carrera. Es una subida al Xorret del Catí, como todo el recorrido de la Vuelta, que se adapta bien a sus características, pero no espera que resulte importante. Cree que la grande que más le ha dado se decidirá en las dos últimas semanas.

¿Espera que la primera llegada en alto de hoy marque una selección entre los favoritos?

No tiene por qué. Recuerdo que el año pasado Samuel el día anterior de llegar allí tuvo una caída y en la meta del Xorret del Catí por las consecuencias de lo que le pasó la víspera perdió un minuto y le faltó muy poco para ganar la Vuelta. No creo que sea una etapa decisiva. Que va a marcar diferencias está claro, pero no le daría más importancia.

¿Las características del puerto, corto y con rampas de mucha pendiente, le van bien?

Sí, pero de las dos veces que lo he subido no tengo muy buen recuerdo. Eso no quiere decir nada, porque la subida es muy buena para mí, muy dura, e intentaré acabar con esta racha.

¿Qué significó su victoria de etapa del martes?

Fue una pasada. Es una gran alegría que me ha llegado antes de lo previsto. Estoy disfrutando del triunfo, con los deberes más hechos, con un objetivo cumplido y ahora todo lo que venga es para sumar.

Ganar da confianza y la tranquilidad que no se tiene cuando por muy bien que estés no rematas...

El ciclismo es muy complicado. Hay veces que haces todo perfecto y no consigues el triunfo y te quedas a las puertas de algo grande. He podido rematar y es una victoria que no se me olvidará nunca. Los triunfos se quedan para siempre. Además me quedo con la forma en que celebramos en el hotel la victoria. Era un pueblo de Granada y, pese a ser un día intenso en el que no paré, fue una celebración muy bonita. Mereció la pena.

Vuelve a demostrar que la Vuelta es la grande que mejor se le da...

Es una carrera de fondo, muy exigente. Es una vuelta grande y entre las tres es la que mejor se me ha dado. Es la que mejor he podido prepararme, la que me dio mi primera victoria y mucho de lo que soy ahora.

Da la sensación de que es el corredor más fuerte hasta ahora en el inicio de la Vuelta...

No comparto para nada esa opinión. Hay corredores con una experiencia increíble, con un palmarés más amplio, incluso gente que ha ganado o ha hecho podio en vueltas grandes. De momento, estoy disfrutando del día a día. No he ganado una vuelta pequeña, como para pensar en ganar una grande. Estoy en el grupo de los que andamos para luchar, pero en el segundo escalón.

¿A quiénes colocaría en el primer escalón?

El más fuerte es Nibali por muchas razones, por lo que ha demostrado estos últimos dos años y porque ha hecho podio este año en el Giro. Y también está Menchov, que ha sido dos veces ganador de la Vuelta y una del Giro y este año podio en el Tour. Luego no hay que descartar a Joaquim, que está ahí, a Mosquera, que nunca falla y va siempre en cabeza, a Luis León, a Van Garderen, que ha hecho segundo en Dauphiné y ha demostrado que llega bien, a Arroyo... Ahí puedo estar yo, en ese segundo escalón.

¿Y Frank Schleck?

Se me había olvidado. Además es un corredor que quizás ha venido más justo de lo normal, pero lo duro no ha llegado e irá a más. No hay que olvidarlo porque es un grandísimo corredor y tienen un equipazo. En la segunda y la tercera semana puede ser el que más sorprenda. Se cayó y no llegó a desgastarse en el Tour. Está muy fresco y en la última semana puede ser el que llegue con más energías.

¿Ésa puede ser una ventaja para usted, la frescura, al ser junto a Mosquera el único que no ha disputado ninguna grande mientras que Joaquim, por ejemplo, ha tenido ya dos grandes picos de forma en marzo-abril y en el Tour?

Sí, pero me acuerdo de Sastre, cuando hace dos años vino de ganar el Tour, en la Vuelta en la que anduve bien, y acabó en el podio cuando todo el mundo pensaba que iba a ceder. Por eso a Purito (Joaquim Rodríguez) no hay que descartarlo nunca hasta que tenga un día malo.

El recorrido además es ideal para sus características con seis llegadas en alto y una sola crono...

Depende. Sobre el papel me viene fenomenal esta Vuelta, pero a veces el día malo te puede coincidir con una etapa dura y a otros les viene bien. La Vuelta da para mucho y hay que conseguir el equilibrio de no tener un día malo, porque el día en el que menos te lo esperas te llega un contratiempo. Me gustaría pensar en cosas más importantes a partir de la segunda o tercera semana.

¿Piensa más en las dos últimas semanas?

Pienso en el día a día. Ahora sólo pienso en la etapa de hoy, que tiene su miga con un circuito al que hay que dar un montón de vueltas. Y a ver si podemos conseguir la victoria con Koldo. No pienso más de cada etapa (nos indica antes de tomar la salida).

¿Qué objetivos se plantea?

El objetivo ya lo he cumplido al ganar una etapa. A partir de ahí, lo que llegue. Si no llega más, está bien y, si llega más, a sumar.

¿Firmaría ahora algún puesto?

No firmo nada. Lo que tenga que llegar llegará. Ni más ni menos. Estoy disfrutando de lo que he conseguido. Eso no quiere decir que ya esté satisfecho.

Puede coronar una gran temporada de todo Euskaltel.

Yo creo que como equipo ésta es la mejor temporada de su historia, desde su creación. Hemos conseguido victorias desde el principio con diferentes corredores. Koldo ha estado también a punto de ganar en esta Vuelta y no descarto que lo vaya a conseguir. Y estamos orgullosos de pertenecer a este equipo. Tenemos dos años más de patrocinio y eso es algo muy bonito para como está la situación. A ver si seguimos con esta línea.

Dentro de esta temporada, si usted ganara la Vuelta sería...

Sería algo que ahora ni me lo planteo. Lo veo tan lejano y difícil que no sé lo que pensaría ni lo que sentiría.