Rememora Egaña los tiempos en que, tras la quema de Donostia por parte de las tropas inglesas, las pocas casas que quedaron en pie fueron utilizadas para alojar a los oficiales españoles y sus familias. Los «supervivientes del horror», expulsados de sus casas, se alojaron en la cárcel, único lugar vacío, e incluso de allí fueron desalojados por orden del gobernador militar español de Gipuzkoa. La preocupante conclusión del artículo no es otra que «la cadena de mando» sigue vigente.

Idatzita dago gidoia. Pinochetek mendeetako astakeriak baieztatuz berridatzi zuen eta diktaduraren ondotik etorritakoek ez dute legedia aldatzeko astirik izan, baina maputxe indigenen lur eta ondareak lapurtzeko plan berriak egiteko bai

Falta debate social y hay mucha manipulación informativa. Así se explica la impunidad con la que actúan. Esas políticas antisociales que aplican legitiman aún más como elemento de contrapoder al sindicalismo reivindicativo