El encargado de las negociaciones para formar Gobierno en Bélgica, el socialista francófono Elio Di Rupo, presentó ayer su dimisión al rey por segunda vez en seis días dado su fracaso para conseguir acordar una reforma de Estado que permita forjar una nueva coalición.

El rey de los belgas, Alberto II, no se ha pronunciado aún sobre si acepta la dimisión o bien obliga a Di Rupo a seguir buscando una vía de acuerdo, como ya hizo el domingo.

Señaló a «dos partidos» flamencos, en referencia a los independentistas de N-VA, vencedor en las elecciones, y los democristianos del CD&V, como los que han «bloqueado» la negociación en asuntos clave como el modelo de financiación de la región capital de Bruselas y la escisión del distrito electoral Bruselas-Halle-Vilvoorde.