Los moldavos están llamados a acudir mañana a las urnas para expresar su postura por primera vez ante una reforma constitucional que permita la elección presidencial directa, en un referendo destinado a poner fin a una prolongada crisis política desatada tras los disturbios de la primavera de 2009 en esta pobre ex república soviética.

La coalición liberal-demócrata formada después de las elecciones anticipadas que se celebraron en julio del pasado año, cuenta con esta consulta para salir de este impasse institucional. Hasta el momento, no han conseguido que el Parlamento dé el visto bueno a su candidato presidencial.

Si la reforma es aprobada, las elecciones parlamentarias y presidenciales podrían tener lugar al mismo tiempo, probablemente el 14 de noviembre.

La Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, que enviará una delegación para realizar las labores de observación durante la votación, espera asimismo «el inicio de la estabilización política del país», declaró el miércoles su presidente, el turco Mevlüt Çavusoglu.

Las manifestaciones y los disturbios registrados en abril de 2009 a raíz de la victoria en las elecciones legislativas del Partido Comunista, en el poder desde 2001, dieron lugar a un estancamiento político que, a su vez, desembocó en la celebración anticipada de unos comicios que dieron la victoria a una coalición pro europea.

Sin embargo, esto no supuso el fin de la crisis política, ya que la citada coalición no cuenta con la mayoría suficiente para elegir al nuevo jefe de Estado.

Según la Constitución actual, vigente desde el año 2000, el presidente moldavo es elegido en el Parlamento por las tres quintas partes de los diputados, es decir, con el apoyo de 61 de los 101 legisladores. Si esta votación falla, el presidente disolverá el Parlamento y convocará elecciones anticipadas.

La consulta de mañana sólo se considerará válida si un tercio del electorado participa en ella. Además, la mitad de los electores deberán pronunciarse a favor de la elección presidencial directa para que la reforma salga adelante.

Boicot

El Partido Comunista, ahora en la oposición, ha llamado a sus seguidores a boicotear esta cita electoral. Acusan a los liberal-demócratas, fervientes partidarios de la integración en la UE, de «usurpación de poder».

Sin embargo, los sondeos publicados estos últimos días reflejan que entre el 60% y el 73% del electorado estaría dispuesto a participar en la consulta, y entre el 75% y el 90% estaría a favor de las elecciones presidenciales directas.