Tras la declaración de ETA
Simples, como el mecanismo de un chupete
Al mensaje de Zapatero de que la situación es la misma que antes del anuncio de ETA
y al empeño de Rubalcaba en insistir en que no variará su estrategia, le ha puesto música «heavy» el fiscal jefe de la AN, para mostrar que a duros no les gana nadie
Iñaki IRIONDO
Para que nadie dude de la firmeza del Gobierno español en la lucha contra el independentismo vasco, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional ha pedido la prohibición de una manifestación convocada por Adierazi EH! hace meses. Los motivos aducidos por Javier Zaragoza no resisten el más mínimo contraste con la realidad, pero el objetivo no es buscar la verdad, sino sacar pecho. Lo cierto es que cualquier tribunal imparcial, a la vista del texto de la Fiscalía, lo primero que haría sería iniciar un proceso por acusación maliciosa, prevaricación o la figura delictiva que defina que una autoridad mienta para obtener una condena injusta.
La maniobra, en cualquier caso, resulta patética. Pero sobre todo es primaria. Tantos años estudiando Ciencias Químicas o Derecho, preparando oposiciones o ascendiendo en el partido, tanta experiencia acumulada gobernando o meritando entre tribunales, ¿y ante la apertura de una esperanza en Euskal Herria no tienen otro recurso que esta pataleta? ¿Qué más se les ha ocurrido? ¿Alguna redada dentro de unos días?
El intento de prohibir la manifestación ha hecho más por el éxito de esta u otra convocatoria que cualquier llamamiento de sus promotores, al tiempo que supone otro striptease de las autoridades españolas ante esos agentes internacionales que están en el guindo, como el «Financial Times», «Le Monde», la Fundación Nelson Mandela...
Por contra, esta nueva fechoría «democrática» no va a mover a la izquierda abertzale ni un ápice de su posición. Lo reiteraron el martes. Si el 13 de octubre de 2009 no consiguieron abortar el movimiento con el encarcelamiento de Arnaldo Otegi y otros promotores de esta estrategia, no lo van a hacer ya.