Mundial Turquía 2010
Teodosic se vuelve genial para tumbar al vigente campeón
La selección balcánica comandó el partido ante una España que empató a 89 gracias a Navarro, Rudy y Garbajosa. Un triple de 9 metros decidió el choque.
SERBIA 92
ESPAÑA 89
Arnaitz GORRITI
Milos Teodosic es un ángel. Milos Teodosic es un demonio. Milos Teodosic es adorable y genial a la par que odioso e infantil. Fue él quien encendió la mecha de la brutal tangana con Grecia antes del Mundial, y fue él quien, con un triple genial desde ¡9 metros! a falta de 3 segundos deshizo el empate a 89 que tumbaba a la vigente campeona mundial.
Serbia se ganó el pase a semifinales a pulso porque dominó el partido. La selección española, gracias a la labor de sus veteranos Navarro, Garbajosa y Rudy Fernández -no así un horripilante Ricky Rubio- aguantó golpe tras golpe y logró forzar el empate a 89 a base de sufrir y remar contracorriente.
Los «asesinos silenciosos» de Ivkovic -Keselj, Velickovic, Savanovic y el baskonista Bjelica- masacraron a los de Scariolo, tomando recurrentes ventajas de 8 y hasta 10 puntos. Pero los hispanos, como debía ser en un partido jugado a chispazo limpio, se mantenían vivos por puro orgullo de campeón.
Un triple de Keselj ponía el 89-84 en el tramo final y España parecía eliminada, pero un triple de Navarro y un mate de Gasol ponían las tablas a 25,8 segundos. Tras el tiempo muerto, Teodosic levantó la cabeza, saltó, y su magia hizo el resto.
Exhibición de los anfitriones
Mientras, como estaba previsto, Turquía se pegaba el gustazo de clasificarse a semifinales a costa de una Eslovenia que no supo frenar el vendaval otomano.
Los de Bogdan Tanjevic se exhibieron en defensa y en ataque desde el primer segundo, logrando un 95-68 final más que elocuente.
Aunque la mayoría de titulares periodísticos destacarán el duelo entre Estados Unidos y Rusia como reminiscencia de antiguas batallas entre los bloques dominantes, el baloncesto va más allá de la geopolítica y, por ello, estimamos preferible subrayar el partido que enfrentará a Lituania y Argentina, un partido que se presenta como un mano a mano entre Linas Kleiza y Luis Scola, dos de las más rutilantes estrellas de este Mundial.
Son éstas dos selecciones plagadas por las renuncias y que, lógicamente, viven de la inspiración de sus jugadores referencia. Si acaso, cabe reconocer que el combinado albiceleste tiene un mayor números de alternativas, con Prigioni, Delfino y un «Nociónico» Jasen para apuntalar el trabajo del ala-pívot bonaerense. Lituania, por su parte, cuenta con Gecevicius, una de las revelaciones del torneo, como mejor escudero del ala-pívot de los Raptors.
Por otro lado, Rusia buscará imponer su físico y sus defensas zonales a unos Estados Unidos que deberán sudar más que frente a Angola. A.G.