Su cese como director gerente del Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB), tras la reunión del Consejo de la entidad del 21 de junio en la que la mayoría de representantes del PSE la forzaron, no ha supuesto el adiós definitivo de Juan Cruz Nieves de la escena pública tras una carrera de 22 años en las instituciones forales. El militante jelkide fue nombrado el 6 de julio por el Consejo de Gobierno de la Diputación vizcaina funcionario de empleo eventual adscrito al Departamento de Acción Social, como asesor general.

Así, Nieves se integra en el equipo del departamento que dirige Juan Mari Aburto, hombre de confianza del diputado general José Luis Bilbao y portavoz foral en el último tramo de la actual legislatura. Este veterano de la política en Bizkaia pasa a ocupar el puesto de confianza que dejó vacante Eusebio Larrazabal el 27 de abril.

El zeanuritarra, con otra dilatada carrera política en el Consistorio de su localidad natal, Cámara de Gasteiz y Diputación, fue desde el 9 de julio de 2007 al 6 de octubre de 2009 responsable de Empleo y Formación hasta que Bilbao remodeló su equipo de gobierno y fusionó los departamentos de Obras Públicas y Promoción Económica, que antes eran dos: el dirigido por Larrazabal y el de Innovación y Promoción Económica, presidido por Izaskun Artetxe.

En el acto de despedida de Larrazabal del Gobierno foral, hace ahora cerca de un año, José Luis Bilbao reclamó a los funcionarios forales que «se apretaran el cinturón»; le nombró a su compañero asesor de Acción Social. Aquel día, el diputado general manifestó que «cuando la crisis económica nos va a obligar a reducir determinadas ayudas y subvenciones, las medidas empiezan por aplicarnos nosotros mismos la austeridad».

Juan Cruz Nieves, que ha logrado «sobrevivir» a tensiones internas en el seno del PNV vizcaino, inició su carrera política en 1988 como apoderado en las Juntas Generales, donde acabó siendo el portavoz de su grupo durante seis años. Por entonces, era componente del BBB.

De diputado a asesor

Fue Josu Bergara, en su segundo mandato de 1999 a 2003, quien le nombró diputado de Urbanismo, siendo uno de sus proyectos estrella la construcción de Meaztegi Golf, un controvertido campo de golf público en La Arboleda, que originó un importante movimiento ciudadano en su contra en Trapagaran, su localidad natal, especialmente entre ganaderos y ecologistas.

Con José Luis Bilbao como máximo responsable foral, Nieves fue de julio a octubre de 2003 consultor de la Hacienda vizcaina hasta que el diputado general le designó como director gerente del Consorcio de Transportes de Bizkaia. Fruto de la llegada de Patxi López a Ajuria Enea, la correlación de fuerzas cambió en el seno del CTB, aunque un acuerdo entre PNV y PSE hizo que firmase un contrato por tres años, el ahora asesor de Acción Social, a sus 62 años, pensaba jubilarse en la entidad.

No fue así, ya que las fricciones partidarias, con un informe de Nieves en el que se solicitó al Ejecutivo de Lakua que se endeudase en un 42% más para afrontar el plan de inversiones cuando existía un remanente de tesorería de 56 millones de euros que no fue presupuestado, acabó con su carrera en el Consorcio de Transportes, el retiro perfecto para el veterano político jeltzale.

Juan Cruz Nieves pasa a ser un militante del PNV más con cargo de confianza sufragado con dinero público; antes lo han sido, por ejemplo, Belen Greaves, secretaria del Euzkadi Buru Batzar, que es asesora del diputado general desde mayo de 2009 en «asuntos culturales», y Manu Castilla, ex director de Gabinete de EITB. En el pleno de Política General en las Juntas Generales, en octubre de 2009 en Gernika, LAB acusó a José Luis Bilbao de hacer de la Diputación un «refugio de cargos de confianza cesados en otras administraciones».

La central abertzale señaló entonces que en 2001 constaban 60 cargos de confianza que se incrementaron a 85 en 2009, y destacó que 19 de esos asesores, un 22,5% del total, correspondían al diputado general. En el caso de Greaves, que con anterioridad fue diputada de Cultura, el sindicato desveló que la secretaria de EBB y asesora de Bilbao percibía un sueldo bruto de las arcas forales cercano a 80.000 euros y de que su despacho estaba en Sabin Etxea, algo que estimaba denunciable.