La primera víctima de este tipo de violencia este año fue Elena Cal, una indigente muerta el 17 de enero en Tolosa por un hombre que convivía con ella y su pareja. El 8 de febrero en Barakaldo fue víctima de su hijo Amelia Sánchez y, once días después, murió a manos también de su hijo Isabel Vélez en Lasarte. La única muerte cometida, presuntamente, por la pareja sentimental de la víctima tuvo lugar el 25 de julio en Bilbo, cuando murió Amelia Amaya.

Mariola Serrano explicó ayer que tres de estas mujeres convivían con su agresor aunque lo habían denunciado previamente. Añadió que, como posible causa de la continuidad de relación, los expertos señalan que tras un episodio de violencia «aparece la denominada luna de miel, el agresor pide disculpas, trata de mostrar su arrepentimiento y mantiene la ilusión del cambio».

Para prevenir que las víctimas vuelvan a convivir con el agresor, Serrano abogó por «generar confianza en las mujeres» y «poner a su disposición una serie de recursos debidamente coordinados que las protejan y ayuden en la reconstrucción de sus vidas». Durante los primeros seis meses del año y con relación al mismo periodo del año anterior, se ha registrado un descenso del 15% en los casos de violencia de género en la CAV. En este periodo se han contabilizado 2.029 casos de violencia de género, frente a los 2.386 del año pasado.

Esta tendencia a la baja se ha mantenido durante el verano, ya que a fecha de 31 de agosto se habían contabilizado 2.780 casos frente a los 3.319 de los ochos primeros meses de 2009. Durante el primer semestre, el servicio de atención telefónica a víctimas recibió 1.535 llamadas.