Entró saltando en la meta de Burgos mientras sus rivales lo perseguían con la lengua fuera. Ni Thor Hushvod, segundo en la etapa, ni Daniele Bennati, tercero, consiguieron siquiera salirse de la estela de Mark Cavendish, que ha elegido el mejor momento para enlazar dos victorias parciales.

A las puertas de tres etapas con final en alto, el pelotón de la Vuelta vivió otra jornada sin demasiada historia. Una vez más, el único problema que pudiera inquietar al pelotón era el viento lateral, pero como no hizo acto de presencia, los 196 kilómetros entre Rincón de Soto y Burgos transcurrieron con absoluta comodidad.

Como era de esperar, la monotonía de la jornada sólo la rompió la escapada del día. Davis (Astana), Tersptra (Milram), Kaisen (Omega), Mori (Lampre) y Cheula (Footon), que burlaban la vigilancia allá por el kilómetro 34, después de un arranque plagado de intentonas.

Garmin trabaja, Columbia gana

Una vez más, Euskaltel-Euskadi, pese a tener al líder, se inhibió de perseguir a los fugados, ya que ninguno de los cinco suponía un peligro para Igor Antón.

Así pues, los conjuntos de los sprinters tomaron las riendas del gran grupo y empezaron a limar las diferencias con la idea de que Tyler Farrar se llevara la etapa. Tampoco es que se desgastaran para atraparlos rápidamente, y los cinco de delante también se entendían bien. Así, la fuga duró hasta los diez últimos kilómetros. De hecho, Terpstra hizo un intento desesperado para alcanzar la meta en solitario. Imposible.

Con el pelotón compacto, Columbia tomó el mando para lanzar a Cavendish, que agradeció el trabajo ajeno para desbocarse a discreción, dándole un nuevo triunfo a su equipo. Ahora es el turno de los líderes, los escaladores y los aventureros.