Paddy Woodworth 2010/9/8 (Traducción: www.izaronews.info)
¿Cuándo un alto el fuego no es un alto el fuego?
The New York times
El Gobierno español ha respondido con frialdad, incluso con desprecio, al anuncio de alto el fuego del pasado domingo del grupo terrorista vasco, ETA. Esta actitud contrasta con el optimismo, moderado por la precaución, con que la misma administración saludó una similar declaración de ETA en marzo de 2006.
No es difícil entender porqué. El alto el fuego de 2006 llegó después de que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, hiciera pública un año antes, una oferta de proceso de paz a ETA.
(...) Esta vez no hay oferta de proceso de paz por parte del Gobierno. Parece que ha habido contactos informales entre algunos dirigentes socialistas vascos y de Batasuna, pero no tienen la bendición oficial de Madrid.
No hay mediadores internacionales implicados. Figuras destacadas como el abogado surafricano Brian Currin y el sacerdote irlandés Alec Reid, han estado ciertamente aconsejando a Batasuna y posiblemente a ETA, en base a sus experiencias en procesos de paz en sus propios países. Pero de nuevo no tienen la aprobación de Madrid. Son facilitadores, más que mediadores.
(...) Zapatero tiene importantes razones para ser tan precavido. Primero porque ETA utilizó el alto el fuego de 2006 para reorganizarse y reamarse. El gato escaldado huye del agua fría. En segundo lugar porque la oferta de diálogo del presidente provocó feroces denuncias del principal partido de la oposición, el partido de la derecha popular. (...)
El dragón del nacionalismo español, inactivo por su asociación con la cercana dictadurada de 40 años de Franco, despertó.
(...) Madrid sospecha que este alto el fuego más que por voluntad propia viene dado por la necesidad.
(...) ¿Si ése es el caso, como dicen los principales consejeros políticos de Zapatero, por qué dar a ETA credibilidad ahora, incluso para organizar su desarme y su disolución oficial? ¿Por qué no dejarles que se diluyan ignominiosamente, como lo hicieron otros grupos de terroristas españoles de extrema izquierda y de extrema derecha tras la dictadura en los años 80?
El argumento contrario es que ETA ha sobrevivido más de 30 años a esos otros grupos porque sus aspiraciones de independencia son compartidas por un sector importante de la sociedad vasca. Es el argumento que ha puesto sobre la mesa el presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren. (...)
Batasuna ha hecho un trabajo impresionante a nivel internacional por medio de Brian Currin. Persuadieron a una larga listra de personalidades, incluídos Nelson Mandela y Mary Robinson, para firmar la "Declaración de Bruselas" el pasado mes de marzo, en la que se invitaba a ETA a declarar un alto el fuego permanente y supervisado por mediadores internacionales. También se pedía una respuesta apropiada del Gobierno español que "permitiría nuevos esfuerzos políticos y democráticos para avanzar".
Históricamente, ETA ha dictado siempre la agenda a sus aliados políticos, y los líderes de Batasuna han tenido poca o ninguna de la autoridad que Gerry Adams podría tener sobre el I.R.A. Ahora la posición parece haberse invertido, sin duda debido a, en parte, a la debilidad operacional de ETA.
(...) Eguiguren tiene los pies en la tierra, y sabe que las demandas vascas para la autodeterminación no saldrán adelante. Una nueva generación puede renovar ETA, simplemente, si se ignora este alto el fuego de ETA.
La legalización de Batasuna para las elecciones locales de 2011, en estricta ausencia de violencia, podría ser el consejo más sabio a a seguir por Zapatero. Pero deberá maniobrar hábilmente para superar los obstáculos que encontrará en Madrid.