SERBIA 82

TURQUÍA 83

ESTADOS UNIDOS 89

LITUANIA 74

Señores, los milagros existen. Así lo demostró, al menos, el turco Tunçeri a falta de solamente cinco décimas del final del encuentro ante Serbia.

Cuando apenas quedaban 4.3 segundos para que el tiempo llegase a su fin, Velickovic anotó el que pareció el definitivo 82-81, pero lo que Teodosic te da, Teodosic te lo quita. Y un imperdonable y garrafal fallo defensivo permitió a Tunçeri conseguir una sencilla bandeja a cinco décimas para la conclusión del partido (82-83).

Antes, en cambio, durante 37 minutos, Serbia mandó y fue por delante en el marcador, dejando constancia de su puntería y de su calidad. Para dato, el 42-35 del descanso apagó los ánimos en el pabellón a la espera de mejores momentos.

Y esos momentos terminaron por llegar, exactamente a falta de cuatro segundos, lo que hizo que Turquía alcanzase su primera final en un Mundial.

En la otra semifinal, Kevin Durant lideró a la selección estadounidense hacia la final gracias a sus 38 puntos en otros tantos minutos en el partido que les enfrentaba a Lituania, que no escatimó esfuerzos y que jugó en equipo en busca de otro milagro que no llegó a producirse.

Una semifinal de un Mundial no es ya ninguna tontería y así lo entendió el entrenador de los Estados Unidos, Mike Krzyzewski, apretando a sus jugadores para que forzaran en defensa y manteniendo a Durant el mayor tiempo posible en pista.

Al final del tercer periodo el marcador señalaba un 65-53, tras un 23-26 de parcial favorable a los lituanos, hecho que hizo que los europeos siguiesen luchando, poniendo el alma en cada acción y manteniendo el marcador a una distancia cuando menos amenazadora.

Pero entonces volvió a aparecer Durant para liderar a su equipo hasta conseguir la otra plaza en la final.