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Escalada en pared Repeticiones

Las actividades de Alex Huber siguen marcando tendencia

La vía «Pan Aroma» (8c, Dolomitas), por ejemplo, ha recibido las primeras repeticiones a cargo de Hansjörg Auer, Helmut Kotter y los hermanos Pou. En el mismo escenario, Kotter y David Lama escalan «Bellavista» (8b+). La vía «Petit» también ha sido asediada.

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Andoni ARABAOLAZA

A estas alturas creemos que no hace falta presentar a Alex Huber. Ya está todo dicho sobre este escalador alemán. Pero lo que sí tenemos que seguir hablando es sobre la estela que están dejando sus actividades; léase aperturas o liberaciones de líneas en grandes paredes. Y claro ejemplo de ello es lo sucedido en la primera parte del verano.

Así, dos de sus grandes creaciones en la carismática cara norte de la Cima Oeste de Lavaredo (Dolomitas) han sido visitadas y escaladas por especialistas en vías de varios largos de gran dificultad técnica y exposición. Nos referimos a «Pan Aroma» (8c, 500 m) y «Bellavista» (antes 8c y ahora 8b+, 500 m). Y como colofón tenemos a la vía «Petit»(Grand Capucin, 13 largos, 8b), abierta por Arnaud Petit y con una primera en libre en 2005 por el propio Huber.

Y comenzamos con la crónica del legado de Huber centrándonos en la actividad más tempranera de este verano. Nos trasladamos hasta «Pan Aroma», ya que Hansjörg Auer firma la primera repetición de esta ruta. Sin duda el austriaco se ha convertido en uno de los escaladores europeos más en forma en este estilo. Estamos ante una vía de 10 largos que comparte las 5 primeras tiradas con «Bellavista». Una obra maestra con un largo clave que se traduce en más de 40 metros de techo y una dificultad de 8c. La salida se realiza por la «Cassin».

En plena cara norte de la Cima Oeste de Lavaredo, Auer, como adelanta a GARA, se tuvo que emplear a fondo durante 4 días: «Huber la abrió hace 3 años y nadie la había intentado. La escalada es realmente única. Es increíble, ya que tienes que escalar un gran techo. Chequeé todos los movimientos en 3 días, y luego escalé todos los largos de tirón. El día del encadene me aseguró Barbara Zangerl, una especialista en bloque que tuvo su primera experiencia en una escalada alpina de varios largos».

El austriaco añadía que durante el primer día de trabajo se quedó asustado con la exposición de las primeras tiradas de esta ruta: «Los primeros 5 largos son buenos para calentar, pero no hay que subestimarlos. La clave es superar el largo anterior al techo de 8b+, y presentarte ante él. Este largo previo me exigió una jornada de gran resistencia. Son unos 60 metros de tirada siempre pensando que no te tienes que caer. Luego llega el techo de 8c, muy atlético y que te exige mucha fuerza; necesitas fuerza «rápida». Los dos siguientes largos hasta la repisa ya no son problema, pero estaban completamente mojados. Es difícil hablar sobre el grado de la vía. Sería más facil opinar si esas duras tiradas estuvieran cerca del suelo; siempre es subjetivo. Pero es seguro que es más dura que «Bellavista». Alex me dijo que ahora es 8b+, algún agarre ha agrandado tras su rotura parcial. Creo que para «Pan Aroma» 8c está bien».

Tras la primera repetición del austriaco, aparecía en pleno paredón Helmt Kotter quien firmaba una de las escasas repeticiones de «Bellavista» y la segunda de «Pan Aroma».

Y tras el escalador alemán llegó el turno de los hermanos Eneko e Iker Pou. Los gasteiztarras (con Iker liderando las tiradas más difíciles) se embolsaron la tercera repetición de la vía.

Eneko e Iker tenían ganas de hincarle el diente a la que está considerada en su estilo de aventura la línea más difícil del arco alpino. «Hemos escalado una de las vías más espectaculares del mundo, con ese pedazo de techo que te entran escalofríos cada vez que lo miras. La escalamos en 3 días, y tuvimos que adaptarnos a la escalada de Lavaredo, ya que, entre otros aspectos, la pared se cae a cachos. Pasamos miedo», informan los gasteiztarras.

Según señala Eneko, Iker también tuvo que emplearse a fondo en los dos largos claves: «En el de 8b+ de 60 metros hay 7 parabolts distanciados y 5 pitones. No es de su estilo, pero lo resuelve a pesar de que los cantos están mojados. Llega el 8c. A priori es el duro, pero le tenemos menos miedo porque es del estilo de Iker: corto, muy físico y explosivo. Cuenta con 4 parabolts en 20 metros».

Otro de los protagonistas de ese «círculo Huber» fue David Lama. El joven austriaco apostó por «Bellavista», y la consiguió en dos intentos y dos caídas. Lama también mostraba su admiración por el creador de la línea: «Con esta vía, Alex estableció un antes y un después en la historia de las Tres Cimas de Lavaredo. La primera vez que intenté la ruta había muchas manos y pies marcados, y todo el equipamiento estaba in situ; así que mi trabajo fue mucho más fácil. Una primera ascensión requiere mucho más que una repetición. Todo mi respeto por esta gran línea».

Tras esta actividad, Lama quiso seguir el legado de Huber, y se acercó hasta la vía «Petit» en el Grand Capucin (macizo del Mont Blanc), una ruta abierta por Arnaud Petit, variada, exigente, técnica y muy espectacular. La primera en libre fue de Huber hace 5 años. Consta de 13 largos, una máxima dificultad de 8b y con lo más duro a una altitud entre los 3.400 y 3.800 metros.

Tras la primera del alemán llegaron las repeticiones de Dusan Janak, James McHaffie y la última de Lama. Pero la historia de esta vía no acaba aquí, ya que 13 años después de la primera ascensión, el creador de la vía, el francés Petit (también participó su compañera Stéphanie Bodet), la escalaba definitivamente en libre.

Sello Huber

Las líneas abiertas por Alex Huber en la cara norte de la Cima Oeste de Lavaredo (Dolomitas), «Pan Aroma» y «Bellavista», han sido repetidas durante el verano.

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