La UNCTAD pide el aumento de los salarios para potenciar la demanda
El último informe de la UNCTAD sostiene que los salarios deben crecer al mismo ritmo que lo hacen las rentas empresariales con el fin de potenciar la demanda interna. Para este organismo internacional, este es el nuevo modelo que debe imperar en la economía mundial, es decir, seguir un camino diferente al actual donde se imponían bajos salarios para ganar productividad en la exportación.
Juanjo BASTERRA
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (UNCTAD) sostiene en el informe sobre «El comercio y el desarrollo 2010. Empleo, globalización y desarrollo» que en estos momentos la recuperación económica mundial está siguiendo «pautas parecidas a las de antes de la crisis», por lo que afirma que «así no se producirá un nuevo escenario mundial más equilibrado». La radiografía que describe es implacable y llama a «no actuar como en el pasado» porque «no ha generado un modelo adecuado de crecimiento» ni para los países ricos ni para los empobrecidos.
Para este organismo internacional, «el desempleo es el problema social y económico más acuciante de nuestro tiempo, entre otras cosas porque está estrechamente relacionado con la pobreza, sobre todo en los países en desarrollo», como explica Supachai Panitchpakdi, secretario general de la UNCTAD. Para crear empleo, este organismo internacional insiste en que se debe fomentar la demanda interna y disponer de «una menor dependencia de las exportaciones», como ocurría en el pasado y que no ha dado resultado positivo en vista de la crisis económica global y el modelo de crecimiento que impulsó en las tres últimas décadas pasadas, ya que sólo benefició a la élite.
Crear empleo
Una de las demandas más importantes que realiza este organismo internacional dependiente de la ONU es la necesidad de fijar «una reorientación de las políticas macroeconómicas para crear empleo y reducir la pobreza». En este caso, establece que «fortalecer la demanda interna requiere un cambio de enfoque en las políticas macroeconómicas y en el establecimiento de manera estratégica de instituciones que permitan un crecimiento sostenido de las rentas de trabajo a la par que el incremento de la productividad». El objetivo de ese operación es evitar que el conjunto de las plusvalías que se obtienen se queden sólo en manos de los empresarios. «Para crear empleo y combatir la pobreza es necesario lograr una expansión sostenida de la demanda interna mediante el aumento del poder adquisitivo de las masas y el estímulo de la inversión en capital fijo y en innovación tecnológica», indica el máximo responsable del organismo, que añade que «las rentas de trabajo deben mejorar».
Salarios ajustados
Porque, a juicio de la UNCTAD, las estrategias de desarrollo dominantes de los últimos treinta años mostraron el mantenimiento de los salarios bajos como receta principal para dar al sector de las exportaciones una ventaja competitiva en los mercados mundiales. Pero, «las persistentes y elevadas tasas de desempleo se atribuían a la rigidez del mercado laboral, que impedía que los salarios bajaran hasta alcanzar un punto de equilibrio». A juicio del organismo internacional, esa perspectiva, basada en en un razonamiento microeconómico, «olvida el importante papel macroeconómico que los aumentos salariales desempeñan en el estímulo de la demanda interna y en el fomento del empleo para satisfacer la demanda».
Junto a esta decisión, es necesario redefinir los principios y objetivos de las políticas monetaria y fiscal para fortalecer la contribución de la demanda interna a la creación de empleo, que «deberán combinarse» con lo que en el informe se denomina «política de ingresos», que supone una a serie de instrumentos y medidas de fomento de instituciones que garanticen que los ingresos reales de los trabajadores se incrementen a la par del aumento medio de la productividad». Para ello, el secretario general de la UNCTAD adelanta que «una estrategia prometedora para la rápida generación de empleo podría consistir en dar prioridad a la dinámica de inversiones y asegu- rarse de que los consiguientes aumentos de la productividad se distribuyeran entre el trabajo y el capital de tal manera que fomentasen la demanda interna». Porque, según concluye, «un régimen en el que las rentas de trabajo aumentan a la par de la productividad también favorece la inversión, la innovación y mayores aumentos de productividad»
«Frágil e irregular»
El amplio informe admite que «la recuperación económica es todavía frágil e irregular» y considera que «un abandono prematuro de las políticas macroeconómicas de estimulación de la demanda en los países desarrollados podría causar una espiral deflacionaria con la consiguiente reducción del crecimiento y del empleo en todo el mundo».
La UNCTAD destaca que las economías de los mercados emergentes son las que encabezan en este momento la recuperación, dado que en los países desarrollados el crecimiento «es más débil y parece repetir pautas que generaron los desequilibrios mundial del comercio y los balances por cuenta corriente antes de la crisis». Señala que el PIB mundial avanzará un 3,5% en 2010, impulsado por Asia y América Latina, que «van a la vanguardia».
Tras un segundo semestre de 2009 y primer semestre de 2010 de recuperación en la actividad comercial «como antes de la crisis», la UNCTAD confirma que Asia crecerá a un ritmo del 8% y América Latina, al 5%. África lo hará a un 5%.
Para los países desarrollados, el informe del organismo internacional manifiesta que «los inmensos paquetes de medidas de recate financiero evitaron el hundimiento del sistema financiero, mientras que las políticas fiscales y monetarias de apoyo compensaron la ralentización de la demanda privada». El peligro se sitúa entre las economías desarrolladas en que «las pautas de la recuperación son muy similares al crecimiento desequilibrado de la demanda mundial durante la fase inmediatamente anterior a la crisis. De esta manera, se está muy lejos de afrontar la cuestión que constituyó el núcleo de la crisis de 2008».
Advierte además que «Estados Unidos ha registrado un mayor crecimiento de la demanda interna que los países con superávit por cuenta corriente, como Alemania y Japón, en donde la dinámica del crecimiento y del empleo sigue dependiendo en gran medida de las exportaciones» y señala que «en los últimos meses Europa, sobre todo a causa de los problemas de la deuda de origen interno, se ha convertido en el centro de la crisis mundial y se ha quedado rezagada en la recuperación».
Sobre Europa, añade que «persisten las dudas acerca de cómo se abordarán los desequilibrios regionales reales subyacentes en materia de competitividad y en qué medida la recuperación de la demanda interna se verá afectada por los drásticos recortes del gasto público y los salarios
Supachai Panitchpakdi asegura que que «la salida de la recesión no será duradera si sigue basándose en factores temporales, como los ciclos de existencias y los programas excepcionales de estímulo fiscal, y si persisten las deficiencias que provocaron la crisis, como la falta de regulación de los sistemas financieros, la desigualdad en las rentas y los desequilibrios mundiales».
Para él, la decisión de la austeridad fiscal en Europa y el «resquebrajamiento del consenso en el G-20 a cerca de las respuestas comunes a la crisis» provocan «un mayor riesgo de una segunda recesión o, incluso, de una espiral deflacionaria».
Los datos que maneja el organismo internacional muestras que en 2010 el crecimiento mundial crecerá en torno a un 3,5% del PIB. Esta predicción se realiza debido a que el crecimiento del comercio mundial de mercancías está mejorando en 2010.
Durante 2010 se ha producido un cambio de orientación en Europa con el objetivo de reducir el déficit fiscal, «lo que supone la adopción de políticas fiscales restrictivas y el abandono de los estímulos de la demanda a partir de 2011»
«La reciente crisis financiera y económica ha hecho que el desempleo en muchos países alcance los niveles más altos de los últimos 40 años, mientras que las posibilidades de un crecimiento impulsado por las exportaciones están disminuyendo»
El informe explica que «la recuperación es frágil e irregular». Destaca que las economías de mercado emergentes, en especial Asia y América Latina, «van a la vanguardia de la recuperación, con crecimientos de dos dígitos en los primeros meses»
El amplio informe que presentó la UNCTAD ayer indica que «Estados Unidos ya no será el motor del crecimiento mundial y es improbable que China, la zona del euro o Japón asuman ese papel en un futuro previsible». Sí defiende que una combinación entre Alemania y Japón «permitan aumentar y reactivar el consumo»
En este sentido, el «Informe sobre el comercio y el desarrollo 2010» reconoce que tras el hundimiento del mercado inmobiliario estadounidense, «los hogares se vieron obligados a reducir su nivel de endeudamiento, hasta entonces bastante elevado, y su consumo fue menos boyante». Estos datos confirman que hasta 2007, el gasto de los consumidores de Estados Unidos absorbía cerca del 16% de la producción mundial. El organismo internacional admite que estados Unidos tendrá que preocuparse por recuperar los ocho millones de empleos perdidos a causa de la crisis. Sobre China, reconoce que el consumo de los hogares «todavía no es más que una octava parte que el de los Estados Unidos, por lo que China dista micho de poder convertirse en el impulsor único del crecimiento mundial». J. BASTERRA
Según la UNCTAD, «la depreciación del euro en el primer semestre de 2010 significa que se está exportando desempleo al resto del mundo. La incapacidad para coordinar políticas en el G20 hace pensar que reaparezcan los desequilibrios»