El paro, combustible necesario a precio asequible
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD en sus siglas en inglés) publicó su informe anual centrándose en el empleo, la globalización, y el desarrollo. En él afirma que «el paro es el problema más acuciante de nuestro tiempo» y defiende «el aumento del salario para incentivar la demanda interna y combatir la pobreza». Destaca, así mismo, que la recuperación es «frágil e irregular» y a un precio de costes sociales impresionante, hasta el punto de que el paro ha alcanzado cotas récord en muchos países. Ciertamente, la radiografía del desarrollo económico muestra enfermedades de impacto social enorme. Un paro estructural y sistémico, crónico y que todo lo corroe, como presagio de una nueva era. Técnicamente, en indicativos macroeconómicos, quizás lo peor de la crisis haya pasado, pero la era de un paro masivo no ha hecho más que empezar. La recuperación está reproduciendo esquemas que anuncian un paro exponencial y una pobreza que se dispara. Así, un paro estructural muy elevado es un combustible necesario y de precio asequible para asegurar que el motor de la recuperación funcione. Ciertas escuelas de pensamiento económico, algunas dirigiendo estamentos tan sensibles como la Reserva Federal Americana, así lo defienden abiertamente. Por la recuperación, dicen, bien vale pagar ese precio.