Al menos diez civiles resultaron heridos, tres de ellos de gravedad, después de que las fuerzas de seguridad indias abrieran fuego en la Cachemira ocupada contra los manifestantes que les lanzaban piedras, quebrantando el estricto toque de queda y apenas un día después de que al menos 18 personas murieran en los disturbios entre manifestantes y soldados.

En el día de ayer, según la agencia AFP que citaba datos de las autoridades locales, los principales incidentes tuvieron lugar en Srinagar, capital de verano de la Cachemira ocupada por India, y en el distrito de Baramulla (norte).

La Policía también empleó gases lacrimógenos y efectuó disparos intimidatorios con el objetivo de dispersar a los mani- festantes en otras zonas de la región, donde la población es mayoritariamente musulmana.

El lunes fue la jornada más sangrienta, con al menos 18 muertos, desde que el pasado mes de junio estallara una nueva ola de protestas contra las autoridades indias.

Las reacciones violentas, casi constantes en estos tres últimos meses, se han visto claramente agravadas desde la difusión de unas imágenes que mostraban a un grupúsculo cristiano, frente a la Casa Blanca, destruyendo páginas del Corán el pasado sábado.

Un estricto toque de queda fue instaurado en la práctica totalidad de la Cachemira ocupada con el objetivo de «mantener la paz», según indicó la Policía de Srinagar. Los vuelos con salida o con destino a Srinagar también han sido suspendidos.

La ola de enfrentamientos, que comenzaron el pasado 11 de junio después de la muerte de un estudiante de 17 años tiroteado por la Policía en el transcurso de una protesta que reclamaba la independencia, ha dejado al menos 88 muertos, en su mayoría civiles abatidos por disparos de las fuerzas de seguridad indias.

El Gobierno de Delhi, que se reunió con carácter de urgencia la tarde del lunes, decidió finalmente no poner fin al estado de emergencia que rige en Cachemira desde hace 20 años y que suscita el odio de los habitantes. Ante esta situación, cientos de miles de soldados han sido desplegados en Cachemira, otra parte de la cual está ocupada por Pakistán.

Reunión multipartita

El Ejecutivo indio no ha anunciado ningún cambio a este respecto, salvo la celebración de una reunión multipartita en el transcurso de esta semana para discutir sobre la grave situación que vive la región.

La Cachemira bajo administración india es escenario de una insurgencia contra las autoridades de Delhi que ha dejado, según recuentos oficiales, al menos 47.000 muertos desde el año 1989.

El proceso de diálogo entablado en 2004 con Pakistán permitió rebajar la violencia en la región, pero ha subido enteros desde el inicio de este verano.

Un estudio publicado el domingo reveló que el 66% de la población de la Cachemira ocupada desea la independencia.