Jesús Uzkudun, responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, y el Ángel Cárcoba, experto en amianto, denunciaron ayer en Bilbo la ocultación que se está produciendo con el mineral cancerígeno del amianto, aunque ambos admitieron que «está aumentando la sensibilidad hacia este tema para sacarlo a la luz, en contra de la opinión de empresarios y administraciones que lo tratan de ocultar».

Uzkudun tachó de «escándalo» que Osalan sólo tenga controlados a 3.539 trabajadores en activo o jubilados que trabajaron con ese mineral. «Esa cifra se debería multiplicar por diez, porque fueron miles los trabajadores que estuvieron expuestos al amianto». Denunció la «insumisión empresarial» para registrarse entre las empresas que utilizaron ese cancerígeno «lo que impide que se tenga un control de la situación».

Según expresó, «la vigilancia de la salud es necesaria para que se detecte de manera precoz un problema de salud». El responsable de CCOO de Euskadi denunció «al técnico de Osalan, Javier Moreno, que en un informe sobre amianto en el astillero de La Naval dijo que no había pruebas de que se hubiera trabajado con ese mineral, cuando los astilleros importaron miles de toneladas». También hizo un llamamiento a Osakidetza para que se notifique las enfermedades profesionales. «Hay una dejación, que es escandalosa en beneficio de las mutuas y para que sea el servicio público sanitario el que asuma el coste. Es lamentable».

Angel Cárcoba destacó, igual que Uzkudun, que el trabajo sindical y social «ha roto el muro de silencio que se estaba imponiendo con el tema del amianto». Recordó que más de 50.000 trabajadores fallecerán en el Estado español en los próximos años, de los que entre 8.000 y 10.000 serán vascos.

El experto ofreció ayer una charla en Bilbo sobre el libro «La lana de la Salamandra», del italiano Giampiero Rossi, y que coordinó en su edición en castellano. Ángel Cárcoba reconoció el trabajo social en la ciudad italiana Casale Monferrato frente a la empresa Eternit, que utilizaba el amianto, y que generó «mucho daño y muerte».

Cárcoba denunció que en el Estado español tardó « en prohibirse, hasta junio de 2002, lo que ha provocado la extensión del cáncer».

Recordó que entre 1970 a 2000 más de 240.000 trabajadores estuvieron expuestos al amianto y más de 2.300 empresas trabajaron o lo importaron. Fueron más de tres millones de toneladas. Por lo que reclamó, que se ponga en marcha un Tribunal Penal Internacional en lo Laboral para que «juzgue tanto horror ocasionado por los empresarios y administraciones».