El líder norcoreano ha recibido el visto bueno de China para el traspaso de poder a su hijo menor, Kim Jong-Un, una sucesión que podría ocupar el orden del día de una inminente reunión del Partido de los Trabajadores, según indicó ayer la prensa estatal norcoreana.

Pyongyang no ha comunicado una fecha oficial para el inicio de esta conferencia destinada a preparar la sucesión de Kim Jong-Il. Sin embargo, expertos citados por France Presse apuntan que podría tener lugar esta misma semana.

Como anuncio de esta reunión extraordinaria, la agencia oficial KCNA indicó que ésta tendría lugar a inicios de setiembre para designar «al órgano supremo» del partido.

Servicios secretos

La cercanía de la citada fecha está desatando una oleada de elucubraciones a las que se sumó el jefe de los servicios de inteligencia surcoreanos, Won Sei-Hoon, quien el lunes afirmó ante una comisión parlamentaria que la reunión se celebraría esta misma semana.

Las mismas fuentes aseguraron que su inicio estaba previsto para la pasada semana, pero que había sido aplazado debido al delicado estado de salud de Kim Jong-Il.

Siempre de acuerdo a los servicios secretos de Seúl, el líder norcoreano aprovechó su reciente visita a China para recabar el apoyo de Beijing de cara a la transferencia del poder.

Ayer mismo, diversos medios de comunicación regionales anunciaban que la reunión podría celebrarse hoy, pese a los crecientes rumores sobre el posible aplazamiento debido a los problemas de salud del «querido líder», quien sufrió una apoplejía en agosto de 2008.