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Mario Iceta reconoce la existencia de dos iglesias vascas

El obispo electo de Bilbo, Mario Iceta, tuvo que reconocer ayer en una entrevista en Radio Euskadi la existencia de dos iglesias vascas, que trató de edulcorar al hablar de «diferentes sensibilidades», aunque negando un cisma. El gernikarra, mucho más mesurado en su discurso que José Ignacio Munilla, habló al igual que el prelado guipuzcoano de «comunión», añadiendo que «unidad no significa uniformidad».

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Agustín GOIKOETXEA

En las semanas previas a su consagración episcopal, prevista para el 11 de octubre en la catedral de Santiago, Mario Iceta se viene prodigando en entrevistas en diferentes medios de comunicación. Ayer tocó en Radio Euskadi, donde negó que exista riesgo de división en el seno de la Iglesia vizcaina y, por extensión, en la vasca, aunque aclarando que es una realidad la coexistencia de «diferentes sensibilidades y perfiles».

El actual obispo auxiliar ha demostrado en el tiempo que lleva en la diócesis que huye de las estridencias y busca ir tejiendo su red de colaboradores entre elementos emergentes de los movimientos neoconservadores y miembros de la comunidad diocesana que, en las últimas décadas, discreparon abiertamente de la línea pastoral de prelados anteriores a Ricardo Blázquez.

«Es verdad que todos tenemos que poner de nuestra parte para que también el espíritu, que es el que crea la diversidad, también nos conceda el don de la unidad y de caminar juntos, pero yo ese riesgo no lo veo», manifestó Iceta Gavicagogeascoa, al ser preguntado por la amenaza de un cisma. A este respecto, subrayó que la labor de los obispos es trabajar por la «comunión» en el seno de la Iglesia y en esa línea mostró su disposición a reunirse con las voces que, en representación de la mayoría de la comunidad diocesana, no ocultaron su malestar por el modo en que la Santa Sede elige a los obispos.

«Estrictamente pastorales»

Mario Iceta señaló que las discrepancias que ha generado las últimas decisiones del Vaticano sobre los sucesivos relevos en las diócesis vizcaina y guipuzcoana no es una problemática local sino global. «Es el sistema que hay, es el sistema que se usa, evidentemente puede ser perceptible o mejorable, pero es el que es», apostilló.

Frente a una mayoría diocesana y social que acusa a la Santa Sede de seguir las directrices ultraconservadoras en las designaciones de prelados en Euskal Herria, Iceta defendió que se actúa con «criterios estrictamente pastorales» y que la diversidad de opiniones que se generan son normales «sea quien sea».

Respecto a quienes vienen criticando incluso antes de su designación como obispo auxiliar, en febrero de 2008, de su perfil conservador, respondió que se actúa con «clichés» y que muchas de las cosas que se decían sobre él «no eran ciertas», pero aclaró que no tiene voluntad de rebatirlas.

Entre los retos que deberán en el medio y corto plazo, ya como titular de la diócesis bilbaina está la conformación del Consejo Episcopal, el Consejo del Presbiterio y el Consejo Pastoral Diocesanao. Sin duda, una vez sean constituidos y visto quien los componen, se verá cuál es la voluntad real de Iceta Gavicagogeascoa, cuya línea pastoral no parece tener muchos seguidores.

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