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Gasolina al fuego para la gran cortina de humo

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha sugerido a la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, que «si tanto le preocupan los romaníes, los acoja en Luxemburgo». Respondía de esa manera tan tabernaria y poco diplomática a las críticas formuladas por la comisaria, que considera una vergüenza la política de deportaciones colectivas «con prioridad para los romaníes», sin precedentes después de la Segunda Guerra Mundial. Igualmente anunciaba la apertura de diligencias judiciales contra el Estado francés por no respetar la legislación de la Unión Europea. Sarkozy se defiende, pues, atacando. Hace la amalgama entre una comisaria que habla en nombre de la Comisión Europea y su país de origen, Luxemburgo, donde Sarkozy es investigado por ser supuestamente beneficiario de sociedades pantalla que se enriquecieron con la venta de armamento francés a Pakistán.

La escalada verbal en esta polémica sobre las deportaciones colectivas puede convertirse en una inmensa cortina de humo para esconder otras realidades. Se echa intencionadamente más gasolina al fuego y se alimenta el estereotipo con fines partidistas. El cálculo electoral, con la vista puesta en el disputado voto ultraderechista que tradicionalmente Le Pen ha compactado, hace que la política francesa no tenga reparo alguno, como tampoco la de otros estados europeos, en agitar viejos fantasmas que repiten el esquema de convertir a un grupo social concreto en chivo expiatorio. Es un tema lo suficientemente serio como para despacharlo con un «si tanto te gustan, acógelos en tu jardín».

Es preciso insistir: la historia no se repite, pero rima. La deportación masiva de personas de una etnia proyecta sobre el presente la sombra de un pasado que llevó a millones de personas a los campos de exterminio. Entonces, el primer paso hacia la total deshumanización fue el estereotipo: empezaron clasificando a los romaníes como elementos antisociales. Ahora, los políticos como Sarkozy utilizan este estereotipo para sus fines electorales. No es lo mismo, pero rima.

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