Un dirigente independentista hizo un llamamiento a manifestarse ante los cuarteles del Ejército y la Policía indios después de que Nueva Delhi decidiera mantener el estado de excepción en el enclave ocupado.

«Llamo a la población a que se concentre pacíficamente ante las fuerzas ocupantes», declaró a la prensa Syed Ali Geelani, figura del independentismo que ha convocado las manifestaciones de los tres últimos meses.

El Ejército indio, que mantiene el toque de queda las 24 horas del día en Cachemira, ha instado a la «contención».

Este repunte de la tensión tiene lugar horas después de que el Gobierno indio reuniera a su Gabinete de Crisis en Nueva Delhi y anunciara una «nueva estrategia» para encarar el conflicto cachemir.

El Ejército se apresuró a matizar que estaríamos ante «una estrategia común« que consistiría en consensuar medidas represivas para hacer fracasar el calendario de movilizaciones del independentismo.

El Gobierno indio no dio más precisiones y se limitó a anunciar el envío de una comisión de investigación. Poca cosa de manos de un primer ministro, Manmohan Singh, que ha aludido estos últimos días a la urgencia de la situación.

Parte de la prensa india ha arremetido con dureza contra Singh. «Son los dirigentes, y no las comisiones, los que ganan las guerras y detienen las insurrecciones», señalaba el «Mail Today» en su edición de ayer.

Para el «Hindustan Times», la reunión no habría servido para afrontar la realidad que se vive en Cachemira, una realidad que amenazaría con reforzar la insurrección «si no se atienden las demandas» de la población.

Desde la muerte el 11 de junio de un estudiante en la represión de una manifestación independentista, asciende a 94 el balance de víctimas mortales, tras la defunción ayer del primo de un líder independentista, Yasin Malik, herido el mes pasado.

Los independentistas han denunciado a la delegación oficial cuya visita a Cachemira se ha anunciado para el fin de semana. Ningún miembro del Gobierno se ha dignado a visitar el enclave en toda la crisis.

Ayer mismo, cinco paramilitares indios estuvieron a punto de ser linchados tras sufrir un accidente de tráfico en Srinagar.

Cinco guerrilleros resultaron muertos por el Ejército en un choque en Tral, más al sur.