Jesus Garde, Pepe Pinto, Igor Usandizaga y Tomax Aristizabal Miembros de Antikapitalistak
29-S en Euskal Herria
La actual ofensiva de recortes sociales en Europa, en el marco de una política económica neoliberal fracasada y responsable de la crisis, que viene impuesta por quienes detentan el poder real en el mundo, ha desenmascarado ante los ciudadanos los límites de soberanía de las democracias europeas frente a las «leyes del mercado». Éstas son simplemente la representación de los intereses del gran capital, «leyes» impuestas por las trasnacionales, las grandes entidades financieras y las instituciones a su servicio directo: FMI, OIC, Banco Mundial, Banco Central Europeo... y, en última instancia, por personas que «contribuyen» a la salida de la crisis engordando sus beneficios y aumentando sus cuentas corrientes en paraísos fiscales, entre otras cosas con los «rescates», pagados con nuestro dinero.
Estas medidas no son transitorias, vienen para quedarse y sentar las bases de una profundización aún mayor de la ofensiva del capital. Estamos asistiendo al intento de hacer permanente una distribución de la riqueza más injusta, una mayor precarización de los servicios sociales y una aún mayor privatización de lo público.
Lo que está realmente en juego, aquí y en toda la Unión Europea, es la correlación de fuerzas que se va establecer entre las clases sociales; se trata de una ofensiva global, (que desborda los intereses nacionales de los trabajadores), a la que hay que oponer una resistencia cada vez más global y coordinada, y lo más contundente posible en cada país. Éste es el sentido de la convocatoria europea del 29-S y hay que subordinar las peleas sindicales, por legítimos que sean sus motivos, a esta necesidad; esta convocatoria se concreta en el Estado español en una huelga general convocada no sólo por los sindicatos mayoritarios, sino por la práctica totalidad del sindicalismo alternativo. Si el 1 de mayo los sindicatos, aun por separado, son capaces de movilizarse el mismo día, ¿por qué no hacerlo el 29-S, en el marco de la jornada de movilización convocada a nivel europeo?
La huelga de junio no se hizo para cubrir el expediente ni para poder decir que los vascos ya hemos protestado; realmente pretendíamos cambiar las cosas, poner en primer lugar el empleo, las personas y sus derechos, y hacer frente a unos gobiernos que se comportan como títeres de los poderes económicos; es evidente que esos objetivos no se han cumplido. Los recortes sociales han venido para quedarse y empeorarán la vida de la inmensa mayoría de la sociedad. Podemos aceptarlos resignadamente o seguir el ejemplo de franceses y griegos, mostrando nuestro rechazo y presionando para que no se siga avanzando por ese camino. Empecemos movilizándonos el próximo 29 de septiembre contra la reforma laboral.