Los protagonistas del romancero lorquiano vuelven a estar de actualidad. Gracias a las instituciones democráticas y a los medios de propaganda que padecemos, los villanos de ayer, aquellos incapaces para el llanto por tener el alma de charol y de plomo las calaveras, han devenido en oprimidos trabajadores provistos de desbordante humanidad. Tanto es así que se han visto abocados a echarse a la calle en defensa de una mejora de sus condiciones laborales. «Todo por la Patria» pero menos horas y más parné. De «El Honor es mi Divisa» ha a las divisas constituyen mi honor. En Madrí se manifestaron jorobados, esta vez diurnos, los sembradores de miedo acompañados por los secretarios generales de CCOO y UGT, así como por el coordinador general de IU. Como si fueran tres mosqueteros, Ignacio Fernández Toxo, Cándido Méndez Rodríguez y Cayo Lara Moya acudieron en ayuda del proletariado de capa y tricornio. Uno para todos y todos para uno. Si alguien albergaba alguna duda acerca de lo que significaba la práctica política de la nueva refundación de IU, para muestra un botón: «sé que tenéis el corazón rojo y por eso os pido que el próximo día 29 sigáis la huelga con el corazón para defender a toda la clase trabajadora» les ha dicho al termino de la marcha desde el atril de oradores a los guardiaciviles.

No solamente nos enteramos, gracias a Cayo el de la renovada IU, de que los miembros del benemérito cuerpo fundado por el Duque de Ahumada poseen corazón, sino que además es rojo. El alma de charol describió Lorca antes de que lo asesinaran los de las capas con manchas de tinta y cera y algunos falangistas, es decir, negra. Pero el corazón rojo, nos lo descubre el principal líder de la izquierda española.

Y como no podía ser menos, pues ya lo dice el refrán, de bien nacidos es ser agradecidos, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Unión Federal de Policía (UFP) y la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) apoyan la huelga general del 29 de setiembre convocadas por CCOO y UGT en «su lucha por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores españoles». Como los marineros del acorazado Potemkin que en 1905 se rebelaron por sus inhumanas condiciones de vida y se unieron al pueblo contra el zar de Rusia. Quizás la huelga general del 29 sea el preludio de la toma del palacio de Invierno y todo gracias al poder de convicción de Cayo Lara que ha sabido ganarse el rojo corazón de los Cuerpos de Seguridad del Estado.

Los otros protagonistas del romancero, los gitanos, por el contrario, han pasado a ser los nuevos enemigos de la seguridad y un peligro sanitario para los europeos de bien. Sarkozy, le petit Nicolas, los deporta a paladas hacia Rumanía y eso que él proviene de la Hungría, como los caldereros. Primero fueron los magrebís y subsaharianos de la banlieue que rodea París, «terminar con la chusma de los suburbios», ahora son los gitanos a quienes la pobreza les hurta su nacionalidad europea. Rajoy y Zapatero salen en defensa de Sarkozy; Cayo Lara en la de la Guardia Civil.

¿Será todo un mal sueño? ¡Pobre Federico! (Lorca me refiero)