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LAB exige en Baiona un sistema de jubilación «público, justo y solidario»

Las calles de la capital labortana fueron escenario ayer de una nueva manifestación de denuncia de las reformas «que pretenden imponer» París y Madrid. LAB advirtió de que «los poderes económicos quieren abrir un nuevo ciclo para seguir enriqueciéndose, a costa de destruir los derechos sociales de los trabajadores». Abogó por un sistema de jubilación basado en la solidaridad intergeneracional y apeló a «seguir haciendo frente a las intenciones del capital».

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Arantxa MANTEROLA |

Un sonoro «Gora Euskal Herria gorria», lanzado tras el canto de la Internacional y del Eusko Gudariak, daba fin ayer a la manifestación que contra la reforma de la jubilación convocó LAB en Baiona. La marcha había partido pasadas las 17.30 desde la Bolsa de Trabajo, donde se dieron cita trabajadores venidos de todos los herrialdes para exigir la «retirada pura y simple» de las reformas que los estados francés y español pretenden realizar.

Los lemas en euskara y francés reflejaban claramente la denuncia y reivindicaciones del sindicato abertzale. «Sarkozy aski! Langileok adi!», «Jubilación digna para todos», «No a las cajas privadas, sí a los fondos públicos» o «Ni en París ni en Madrid, decidamos aquí» fueron, junto al de «Independentzia eta Sozialismoa», los más coreados coreados durante el recorrido.

La pancarta portada por miembros del secretariado nacional del sindicato resumía, con dos nítidas frases, el leit motiv de la movilización: «Inposaketarik ez! Por un sistema de jubilación justo y solidario». Por si el mensaje no quedaba claro, varios militantes repartieron cientos de pasquines entre los viandantes. La marcha finalizó en la explanada de la iglesia San Andrés, donde Arantza Sarasola tomó la palabra. Alertó sobre las intenciones del «poder económico» que, «tras agotar un ciclo basado en la especulación, el consumo y el cemento, pretende ahora abrir uno nuevo para seguir acumulando riquezas». «Para ello -aseguró Sarasola- no dudarán en cargar sobre los trabajadores las consecuencias de `su' crisis».

Nuevo ciclo

Ese «nuevo ciclo» acarreará, según la portavoz de LAB, «la destrucción del sistema público y despojará a los trabajadores de sus derechos sociales, empujándoles a que cada cual, individualmente, haga frente a sus necesidades». Insistió con firmeza en que gobiernos y capital intentarán «convertir los derechos en mercancía» y subrayó la necesidad de hacer frente a dichos propósitos.

En parecidos términos intervino en francés Christine Maynard, que recordó que los «la propaganda repleta de argumentos falsos -evolución demográfica insostenible, falta de fondos, inviabilidad del sistema público- no ha sido eficaz porque no ha calado entre los trabajadores que, a través de las movilizaciones cada vez más numerosas, están dejando clara su oposición a la reforma.

Tras reiterar que la «reforma es una decisión política», Maynard detalló las propuestas del sindicato orientadas a «garantizar un sistema público de repartición basado en la solidaridad intergeneracional». Apeló a «multiplicar las acciones locales» y a «seguir luchando «para decidir nosotros mismos en una nación liberada del dominio de los estados y del capital».

Mensaje y línea de acción propias pero objetivo común

Sin duda alguna, la denuncia de la reforma de la jubilación que está preparando París ha sido la cuestión que más manifestaciones ha motivado en lo que va de año en la capital de Lapurdi. La mayoría de ellas han sido convocadas por los sindicatos estatales y LAB ha participado en prácticamente todas las convocatorias, aunque siga siendo excluida de la mesa intersindical.

Ayer, sin embargo, el sindicato abertzale fue el único en desfilar en Baiona. Lo hizo, como lo manifestó Amaia Fontang, para dejar claras varias cosas.

Por un lado, para lanzar «su propio mensaje» que, aunque coincida en gran medida con el discurso global que mantienen los sindicatos estatales, tiene matices que muchas veces quedan diluidos, como, por ejemplo, que «los trabajadores de Euskal Herria deben hacer frente conjuntamente a las pretensiones de París y Madrid», o que es necesario «constituir sistemas sociales propios decididos en el marco local».

Por otro, para emplazar a sindicatos y agentes sociales en general a la construcción de una dinámica movilizatoria permanente y no intermitente, cuyo objetivo es llegar a la huelga general que, a juicio de la central abertzale, «es la única forma para detener las reformas destructoras de los derechos sociales que quieren imponernos». A.M.

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