GARA > Idatzia > Kirolak> Athletic

Los rojiblancos consiguieron remontar un 2-0 adverso

Los errores sancionan el esfuerzo

Una cantada de Gorka Iraizoz y un despiste de su defensa permitieron al Sporting anotar dos goles antes de la media hora. El Athletic se sobrepuso, neutralizó la ventaja asturiana e incluso hizo méritos para sumar los tres puntos en una buena segunda parte.

p042_f01.jpg

ATHLETIC 2
SPORTING 2

Amaia U. LASAGABASTER I

Los errores se pagan y el partido terminó con sabor agridulce. Un par de topicazos futbolísticos que resumen en buena medida lo que sucedió anoche en El Molinón. El Athletic, al menos, se negó a confirmar que las rachas están para romperse.

Por novena visita consecutiva, los rojiblancos pescaron en el estadio gijonés. A pesar de todo o, más concretamente, a pesar de sí mismos. Porque el Athletic fue superior al Sporting. En general y, especialmente, en una segunda parte que debía haber concluído con victoria bilbaina. Pero como decidió aumentar por su cuenta la exigencia de la noche, cometió un par de errores en los primeros veinte minutos que sancionaron todo su esfuerzo posterior.

Que fue considerable. Aunque más cerca de la carrera en comité de la semana anterior, que del bodrio de Alicante, el Athletic intentó buscar un camino intermedio. No faltaron la intensidad, el ritmo y la agresividad que reclamaba su técnico, pero esta vez parecieron llegar en la medida justa. Y el rival, claro, tampoco era el Atlético de Madrid, sino un Sporting al que no se le da especialmente bien especular con los partidos.

Por fortuna, porque pese al buen arranque de un Athletic ambicioso y con la inesperada presencia de Igor Martínez en el once, el partido se puso de cara para los asturianos casi de inmediato. A punto de cumplirse el cuarto de hora, a Iraizoz se le escapaba un balón ante De las Cuevas, que no perdonó. Diez minutos después, y con el palo de la portería local temblando todavía tras el balonazo de Javi Martínez, era la defensa bilbaina la que cantaba, al permitir que Sangoy recibiera un centro de Rivera para hacer el 2-0.

Pero la previsión de funeral apenas duró cinco minutos. Los que necesitó Igor Martínez para cuajar una buena acción por la izquierda y Carlos Gurpegi para cabecear su balón a gol.

Las dudas del Sporting

Al Sporting le entraron las dudas. Intentó primero amoldarse al ritmo visitante para buscar la puntilla a la contra. Pero en el descanso le entró el miedo y apostó después por replegarse. Si la primera opción podía ofrecerle alguna posibilidad de sumar su segunda victoria consecutiva, la segunda amenazó con convertise en un suicidio.

Porque el Athletic había llegado a Gijón convencido de que aquél es un campo amigo y un par de reveses no le habían hecho cambiar de opinión. Regresó al césped con la misma intensidad y ambición y el segundo tiempo fue totalmente suyo. Que llegara el empate, e incluso la remontada completa, era cuestión de tiempo. Contrariamente a lo que sucediera la semana pasada, las galopadas no morían en el borde del área. Fernando Llorente abría huecos, Igor Martínez aparecía por cualquier esquina, y Carlos Gurpegi, Javi Martínez y Markel Susaeta -sustituyó a Igor Gabilondo a la hora de partido- también se incorporaban a la más mínima posibilidad

El primer premio llegó a la hora, cuando Llorente cabeceaba un córner botado por Pablo Orbaiz. El segundo se limitó a amagar una y otra vez.

Sólo en los últimos minutos revivió el Sporting, para propinar un par de sustos, aprovechando que su rival empezó a parecer dar por bueno el punto. Aunque sólo lo pareció porque, como ocho días antes, los bilbainos no se rindieron ni en el descuento. Pero ni Álvarez Izquierdo quiso ver el clarísimo penalti sobre Llorente, ni Susaeta acertó en el remate de un buen balón de Ion Vélez.

Lo dicho, sabor agridulce para un partido en el que se pagaron los errores. Al menos el punto, y la imagen ofrecida en Gijón, permiten al Athletic afrontar con más aire la visita del Mallorca a San Mamés el próximo martes.

Caparrós destaca la capacidad de reacción, pero lamenta el despiste defensivo

No era fácil para la expedición del Athletic valorar el punto sumado en Gijón. Las remontadas siempre dejan buen sabor de boca pero cuando a uno, siendo mejor, le toca sobreponerse a sus propios errores, aparece el amargor.

Algo de eso le pasaba por la cabeza a Joaquín Caparrós, que destacó la «capacidad de reacción» mostrada por el Athletic, pero lamentó el despiste que permitió a Sangoy anotar el 2-0. «Hay que estar mucho más firmes en defensa», reconoció el técnico, que consideró el primer gol sportinguista «una desgracia».

Frente a los aspectos negativos de la noche, Caparrós destacó que «tiene mucho mérito el empate, porque remontar un 2-0 en esta Liga es muy complicado» y también el esfuerzo realizado por los suyos, sobre todo en una segunda parte en la que les «faltó un poco de fortuna». «Me quedo con haber podido sumar un punto en un partido que se había puesto muy difícil», insistió.

Caparrós, por otro lado, también se mostró muy satisfecho con la actuación de Igor Martínez, del que destacó «el trabajo que está haciendo, como Ibai».

El gasteiztarra, claro está, también se mostró encantado con su debut. «Es difícil llegar arriba y he intentado aprovecharlo para ver si, poco a poco, puedo ir cogiendo minutos -explicó-. Trabajo todos los días para intentar estar aquí arriba. Si el mister sigue confiando en mí, perfecto; y si decide que vuelva con el filial, también».

Fernando Llorente, por último, lamentó que el buen juego del equipo no hubiera tenido más premio. Menos aún le gustó la ceguera del árbitro. «Es increíble, luego dicen que me tiro. En la última jugada le he avisado y yo creo que se ha tenido que fijar en el agarrón. Yo creo que le ha dado miedo». GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo